Anna Simó
El Govern de ERC trata de maquillar la pobre imagen de gestión que ha demostrado en la última legislatura, y cuando está a punto de despedirse de tocar poder durante una larga temporada. Pero sin demasiado éxito.
La última muestra de ello la ha protagonizado la consejera de Educación en funciones, Anna Simó, que no quiere pasar a la historia como la titular de ese departamento cuando se conocieron los desastrosos resultados del informe PISA, que deja el nivel de los alumnos de Cataluña por debajo del que hay en otras comunidades en diversas materias.
Por eso, se le ha ocurrido como solución grosera recurrir a los exámenes de nivel de la Generalitat para decir que la cosa no está tan mal como parece, que los resultados son incluso mejores que en años anteriores, aunque hay que reforzar algunas áreas. No hay más ciego que el que no quiere ver.