Toni Comín

Toni Comín

Examen a los protagonistas

Toni Comín

7 julio, 2024 00:00

Además de tránsfuga, ¿mangante?

Pintan bastos para Toni Comín (Barcelona, 1971), único representante en el Parlamento Europeo de Junts, el partido del fugado Carles Puigdemont (puede que evadido en el interior de un maletero y, según un sindicalista catalán, tal vez cagao y meao), quien se ha quedado sin su muñeco de ventrílocuo favorito (una desgracia similar a la que podría pasarle a José Luís Moreno, si se suicidan Monchito o Rockefeller) ante la decisión de la UE de congelarle el escaño al súper tránsfuga Comín (del PSC a ERC y de ahí a Can Puchi) por no haber jurado ni prometido el cargo en Madrid, como requiere la normativa europea.

Para acabarlo de arreglar, hay voces en el fantasmal Consell de la República (la que no existe, idiota) que lo acusan de haber cargado gastos injustificables a la entidad para sufragarse sus vacaciones (entre ellas, un crucerito en velero con su amigo del alma Lluís Llach, otro que mira mucho la pesetita y el eurillo: ¡y no tuvieron ni el detalle de llevarse a Valtonyc, que es mallorquín y seguro que le tiran las cosas del mar¡).

Los más osados incluyen en el presunto tocomocho a su hermana Betona, independentista furibunda y presencia habitual en las tertulias lazis de Xavier Graset en el programa Mes 3/24, de la que se comenta que es muy buena consejera para este tipo de mangutancias (siempre pienso en el padre de ambos, Alfonso Carlos Comín, retorciéndose en su tumba a causa de las hazañas de sus retoños: aunque lo de Cristianos para el Socialismo tenía un punto quimérico y meapilas, todo el mundo coincide en que el difunto fue un tipo honesto y una persona excelente). Además del asunto de los monises, se acusa a Comín Jr. de comportarse de manera despótica en el Consell de la República y haber propiciado la dimisión de un contable que detectó irregularidades financieras por su parte, hace ya un tiempecito. Evidentemente, nuestro Toni lo niega todo y recurre al viejo truco infantil de que quienes le acusan lo hacen porque le tienen manía y están empeñados en buscarle la ruina.

¿Son verosímiles las acusaciones? Hombre, teniendo en cuenta el currículum político del sujeto, yo diría que bastante, pues estamos ante un oportunista que siempre se ha dedicado a medrar arrimándose a la sombra que mejor le cobijaba en cada momento (de sociata a indepe es un salto más que notable). El Tete Maragall se cubrió de gloria pasándose del PSC a ERC, pero lo de Comín es insuperable: de socialista a republicano y de republicano a juntaire. Si eso no es estar a la que salta y ver qué se puede pillar en cada momento, que baje Dios y lo vea.

Desde que se dio el piro de España, el señor Comín se ha pegado la vida padre con el timo de la independencia, pero da la impresión de que las cosas empiezan a complicársele en grado sumo. Si esto va a peor, Cocomocho se va a tener que conformar con la labor de zapa de su secuaz en la ANC, el cantautor felizmente jubilado Lluís Llach, cuyas intenciones de poner a la entidad a su servicio cada día resultan más transparentes. Sic transit gloria exilium.