El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu / EUROPA PRESS

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu / EUROPA PRESS

Examen a los protagonistas

Josep Oliu

26 abril, 2024 00:00

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Banco Sabadell ha vuelto a sorprender al mercado y, además, lo ha hecho de la manera que más gusta a inversores y analistas: con vistas al futuro, a lo que está por venir. Los notables avances del 8,7% alcanzados por los títulos de la entidad (llegaron a superar el 13%, pero fueron presa del pesimismo que extendió por las bolsas el decepcionante dato del PIB del primer trimestre en EEUU) se deben mucho más a las guías que la entidad ha facilitado acerca del cierre de 2024 y, sobre todo, de 2025, que a las cifras publicadas este jueves, antes de la apertura de los mercados.

No han sido malos ni mucho menos los resultados trimestrales del banco, que reflejan un incremento del 50% en el beneficio y una evolución del margen de intereses que mantiene el doble dígito. Pero los expertos suelen decir que la bolsa no valora tanto lo que ya está hecho (y, por lo tanto, no tiene enmienda ni margen alguno de mejora) como lo que está por hacer y tiene buena perspectiva.

De eso se ha encargado hábilmente el Sabadell en la conferencia con analistas: trasladar una mejora de perspectivas para lo que queda de año pero, sobre todo, para 2025, cuando se espera que la situación macro se haya normalizado y los tipos y la inflación vuelvan a acompasarse. En ese momento, cuando más complicado será marcar diferencias, entrará en acción la otrora tan denostada filial británica TSB, para aprovechar el escenario diferente que se da en Reino Unido, dado que el Banco de Inglaterra fue por delante a la hora de cambiar el ciclo de la política monetaria.

Un acierto del presidente de la entidad, Josep Oliu, que dio orden al consejo de marchar en solitario y tratar de poner en valor los activos pero a finales de 2020, tras fracasar el intento de fusión con BBVA, cuando lo más fácil habría sido haber aceptado la operación o deshacerse de una filial que, hasta esa fecha, sólo había dado dolores de cabeza al banco con sede en Alicante. 

Hoy, el Sabadell está cerca de valer seis veces más que entonces. Y no sólo no escucha ofertas por TSB, sino que se frota las manos con lo que va a aportar a las cuentas del grupo durante los tres próximos años. Futuro. Lo que más y mejor cotiza en bolsa.