La consejera de Justicia, Gemma Ubasart
Gemma Ubasart
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La consellera de Justicia, Gemma Ubasart, ha comprado unos días de paz en las prisiones catalanas, pero sin remedios de calado y con los funcionarios en contra. De hecho, en el arranque de la campaña electoral ha podido evitar la huelga convocada por cuatro sindicatos -UGT, mayoritario en el sector; CCOO, Intersindical e IAC-CATAC-, al margen de los trabajadores, con quienes el departamento que dirige ha negociado durante horas para frenar este paro.
Según ha podido saber Crónica Global, la Consejería de Justicia ha llegado a ofrecer en el marco de estas negociaciones 30 millones de euros para reforzar la seguridad en las prisiones y otros tantos para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y para ampliar la plantilla.
Una promesa del Gobierno en funciones que podría quedar en papel mojado, como ya sucedió con las mejoras pactadas en Educación con los sindicatos UGT y CCOO y que nunca llegaron a materializarse, pues los comunes retiraron su apoyo a ERC en los presupuestos.
A pesar de esta oferta, la consellera llega al inicio de la campaña electoral con buena parte de la plantilla en contra, tras negarse a dimitir pese a que Cataluña es la única comunidad autónoma que registra un asesinato de un funcionario en su puesto de trabajo en la historia de la democracia española y con las peores cifras de agresiones a trabajadores.
