David Vega
David Vega, consejero delegado de los coworkings Lexington, ha sabido capitalizar la tendencia del coworking, transformando las oficinas de L’Illa Diagonal en un ecosistema para multinacionales. Su visión ha revitalizado un espacio que, de otro modo, podría haberse sumado al creciente número de oficinas vacías en Barcelona.
La apuesta por un diseño atractivo y una oferta de servicios ampliada ha demostrado ser un imán para multinacionales, lo que refleja un entendimiento de las necesidades del cliente corporativo. Sin embargo, este éxito plantea una pregunta: ¿Cómo puede Lexington extender su modelo para captar también a las empresas locales? La clave del éxito puede estar en adaptar la propuesta de valor de Lexington para resonar con el tejido empresarial catalán, que aún no ha adoptado el coworking con el mismo entusiasmo que sus contrapartes globales.
El reto es doble. Por un lado, debe mantenerse la atracción de corporaciones internacionales, cuyos estándares elevados han sido satisfechos con creces. Por otro, hay una oportunidad clara para romper barreras y hacer que el coworking sea igualmente atractivo para las empresas catalanas, que probablemente acabarán por ver valor en este nuevo modelo.