Agustí Torelló
Agustí Torelló siempre tuvo claro que su futuro estaba en el sector de los vinos y cavas, aunque su familia nada tenía que ver con este mundo. De hecho, a los 18 años abrió su primer laboratorio de análisis de caldos de Sant Sadurní y, en 1955, con apenas 20 años, elaboró sus primeras 500 botellas de cava a la par que asesoraba a grandes empresas del sector.
Ahora, todo aquel aprendizaje, todo aquel camino, da sus frutos. Con 45 años a sus espaldas, la compañía Agustí Torelló ha cerrado el 2023 con una facturación de cinco millones de euros (y en aumento), una producción anual de 500.000 botellas de cava y 150.000 botellas de vino, y presencia en más de 30 países.
La última novedad del grupo, ahora controlado por sus hijos, es el cambio de nombre de la empresa a Celler Kripta, motivado en buena parte por su buena acogida en el mercado americano, donde está presente en Nueva York, Florida, Washington DC, Texas y Oregón. Para los anglosajones es más fácil recordar ese nombre que el del fundador.