Laura Borràs
Laura Borràs lo ha sido todo en Junts. Consellera, líder del partido en el Congreso, candidata a la Generalitat, presidenta del Parlament y presidenta de la formación posconvergente. Pero eso no le ha servido para ganarle el pulso a un Jordi Turull que se ha hecho con el poder y que ha logrado arrinconar al sector más radical, ese que defiende el todo vale por la independencia y del que ejerce como abanderada.
Firmar la paz no forma parte de la estrategia de Borràs para recuperar posiciones. Más bien todo lo contrario. Así lo demostró ayer en la ejecutiva del partido, donde ha levantado la voz para criticar la decisión de expulsar a la diputada del Parlament Cristina Casol, una de las que denunció "acoso por razón de género" en el grupo de neoconvergentes. La investigación por parte de los responsables de la Cámara catalana no ha hallado indicios de las conductas que se habían comunicado, hecho que sentenció la carrera de una política considerada cercana a Borràs.
Pero la que fuera cabeza de lista de Junts ha ido más allá. Ha amenazado con "consecuencias judiciales y políticas", tensando todavía más la cuerda. Sin embargo, cabe recordar que la decisión de la dirección de Junts llega después de que el propio Parlament haya concluido que no hay "hechos probados" en la denuncia de Casol.