Àngel Simón
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Aunque dice el refranero que "uno nunca es profeta en su tierra", algunos altos ejecutivos figuran sorprendentemente en segundo o tercer plano del panorama empresarial español cuando desempeñan cargos que les sitúan en primera línea mundial, simplemente por no hacerlo en compañías radicadas en el país. El del recién nombrado consejero delegado de Criteria Caixa, Àngel Simón, es uno de esos casos.
El cargo de vicepresidente mundial de un gigante como la francesa Veolia sitúa al ejecutivo en un plano difícilmente equiparable con la mayoría de directivos que lideran las empresas locales. Su designación en la sociedad encargada de gestionar la mayor cartera industrial de España, con activos valorados en más de 26.000 millones de euros, no sólo supone un reconocimiento a la citada dimensión, sino toda una señal de que Criteria afronta una etapa crítica, decisiva para su futuro y que, además, no será nada sencilla.
Así lo indica la necesidad que ha detectado el Patronato de la Fundación Bancaria La Caixa, accionista único del hólding, de reforzarlo con los mejores efectivos que ha sido capaz de reclutar. Desafíos como Naturgy o Telefónica son merecedores, incluso, de renunciar a elevadas responsabilidades en Veolia. Otra señal de que la encomienda está lejos de ser un puro trámite y no está precisamente al alcance de cualquiera.