Natàlia Mas
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La Generalitat de Cataluña ha anunciado un ambicioso plan para revertir la venta de patrimonio llevada a cabo hace una década por el exconseller Andreu Mas-Colell. El Ejecutivo autonómico pretende reubicar a unos 11.000 funcionarios en oficinas de propiedad pública en los próximos 14 años.
Aunque la estrategia ha arrancado sin cifras concretas de inversión, la consellera Natàlia Mas ha prometido que aliviará las finanzas de la Generalitat y garantizará un puesto estable de trabajo a los servidores públicos. Son fines loables. Pero el largo periodo de ejecución, sumado a la falta de detalle sobre los proyectos de construcción y rehabilitación de espacios, arroja demasiadas dudas sobre la operación.