Roger Loppacher
Tarde, mal y de forma insuficiente, pero finalmente el Consell Àudiovisual de Catalunya (CAC) se ha dignado a dar un paso clave para que TV3 retire de su parrilla veraniega su polémico programa Bricoheroes. Tarde, porque desde este espacio supuestamente humorístico llevan dos años vertiéndose comentarios e insultos hispanófobos. Mal, porque el expediente del organismo presidido por Roger Loppacher llega, no porque sus presentadores profieran exabruptos como "puta España", sino por el descarado uso indebido de la publicidad de sus patrocinadores. E insuficiente porque, lejos de rescindir el contrato a El Corral de l'Humor, la productora a través de la cual facturan sus emolumentos Jair Domínguez y Lluís Jutglar Peyu, éstos ya alardean de estar rodando para TV3 una tercera temporada que, como siempre, también irá a cargo de los sufridos contribuyentes no secesionistas que se ven obligados a sufragar, vía impuestos, sus frecuentes mensajes de odio contra España y sus instituciones democráticas.