Josep Maria Bartomeu
Josep Maria Bartomeu ha dimitido. El empresario, que llegó a la presidencia del Barça de manera accidental en 2014, se ganó el apoyo de los socios en las urnas tras el triplete del 2015. En este tiempo, ha tenido que lidiar con el caso Neymar y, ahora también, con el caso Messi, entre otras turbulencias. Nadie puede discutirle una buena gestión del club, con récord de ingresos y, tal vez, un exceso de generosidad con los jugadores, aunque todo se tuerce en el fútbol cuando la pelota no entra.
Ello, y el hecho de mantener el Barça lo más alejado posible del independentismo le ha generado muchos enemigos. Hasta el punto de que, por primera vez, un presidente del FC Barcelona iba a poner su cargo a disposición de los socios en un referéndum. Con todo en su contra, estaba dispuesto a pelear hasta el final. Pero no le han dejado. Ante la imposibilidad de preparar una moción de censura con garantías en plena pandemia, y ante el revés de la Generalitat de aplazar las votaciones por la situación sanitaria (en cualquier caso, las elecciones estaban programadas para marzo), Barto se va en un último gesto de responsabilidad. Solo le faltaría que le culpasen de los contagios en Cataluña.