David Bonvehí
David Bonvehí lo ha intentado. Mantiene, incluso, algunas esperanzas. Pero ha sido víctima de su propia designación. Fue Carles Puigdemont quien apostó por él como presidente del PDECat, con un tándem con Míriam Nogueras, como vicepresidenta, dejando en la estacada a Marta Pascal, y es Puigdemont quien ha asaltado de forma definitiva el partido. Bonvehí no era el hombre para una misión, que, de hecho, era imposible. Con dirigentes veteranos, no por la edad, pero sí por sus trayectorias políticas, con los alcaldes preocupados por sus reelecciones, Bonvehí no ha podido parar el vendaval de Puigdemont, que designará a sus hombres y mujeres en las listas al Congreso y al Ayuntamiento de Barcelona. Bonvehí habla de orgullo de partido, que no deja de ser la vieja Convergència, con 45 años de historia, pero viaja a Bruselas para ponerse a disposición de Puigdemont, que ha resultado, pese a todo, ser quien manda para llevar al PDECat a una especie de disolución en la Crida Nacional per la República.