El abogado y presidente del Consell de la República, Jordi Domingo
El Consell de la República, entidad privada ultranacionalista fundada por el prófugo de la justicia Carles Puigdemont en Bélgica, vuelve a ser noticia por sus propuestas extravagantes. La última de ellas consiste en plantear que en Cataluña se retrasen una hora los relojes, con el propósito diferenciarse así del resto de España (aunque, eso sí: sería la misma que la que tienen las Islas Canarias).
La idea la ha difundido el presidente del Consell, Jordi Domingo: "¿Por qué no cambiamos la hora, los catalanes? ¿Por qué no nos ponemos al meridiano que nos toca, el de Greenwich? ¿Por qué los profesionales autónomos, que mandamos en nuestro país, no decimos que trabajaremos las horas de acuerdo con el horario catalán?", ha espetado en una entrevista al digital secesionista Vilaweb.
Domingo tiene fe en esa ocurrencia, pese a ser consciente de que su seguimiento por parte de la ciudadanía catalana sería, cuando menos, complicado y más bien escaso: "¿Quién te lo impide? Nadie te puede meter en la cárcel por eso. Sí debes tener en cuenta que los trenes, aviones y empresas que no hagan esto van con un horario diferente. Pero si 200.000 personas nos cambiamos el horario, actuamos y les acabamos obligando a distinguir entre el horario español y el catalán, hemos ganado, les hemos empezado a imponer nuestra propia forma de hacer", dice.
"¿Cómo se habla el catalán? Imponiéndolo"
El presidente del Consell, no obstante, asume que la única forma de salirse con la suya en ese empeño sería haciéndolo obligatorio. Algo que -a diferencia de otros dirigentes nacionalistas- reconoce que ya se hace con la lengua catalana: "Es como el catalán, que también podrías utilizar el argumento de que mucha gente no habla. ¿Cómo se habla? Imponiéndolo. Nosotros hemos concentrado una batería de 50 abogados que realizan asistencia gratuita a quien quiera denunciar una agresión lingüística. Pues, igual que mantenemos la lengua, con el horario sería el mismo, si con las entidades decidimos que el horario catalán es otro y que trabajaremos de esta forma, más allá de tener en cuenta trenes y autobuses, que estarán sometidos a la opresión española. Si conseguimos que ellos se vean obligados a decir 'horario español' para que nosotros les diremos 'venga a las 16:00 hora catalana'; si conseguimos obligarles a distinguir, aunque la mayoría vayan con horario español, habrá sido un enorme paso adelante. Demuestras que eres soberano, que mandas y que la ley española no te influye", espeta.