El servicio de Basté al amo Vilarrubí
El espacio radiofónico El Món a RAC1 del viernes fue una demostración de ese periodismo que unos dicen ejercer, pero que sólo es puro y equilibrado, en realidad, a sus ojos y a su buen entender. Veamos: su presentador, el popular Jordi Basté, pasó la mañana usando una información de El Confidencial para apelar al hipotético pero reiterado agravio comparativo entre Barcelona y Madrid, en este caso entre sus dos grandes clubs de fútbol.
El líder catalán de la radio se empecinó desde primera hora en criticar que la presencia de un vicepresidente del Real Madrid, mano derecha de Florentino Pérez, en una sociedad panameña hubiera tenido en El Confidencial menor relieve tipográfico que la publicada unos días antes sobre el vicepresidente del Fútbol Club Barcelona, Carles Vilarrubí. Ambos relacionados, de una u otra forma, con las informaciones contenidas en los llamados Papeles de Panamá, que se están conociendo durante este mes.
No fue hasta la tertulia, ya avanzada, cuando Basté insistió de nuevo en el tema, que uno de sus invitados hubo de recordarle que Vilarrubí era mucho más conocido que Eduardo Fernández de Blas, el hombre del Real Madrid. Que el empresario catalán crecido junto al árbol del nacionalismo gobernante durante años es también el hombre en España de la banca Rothschild, consejero de Fira de Barcelona, esposo de la propietaria de Coca-Cola Europa, amigo personal de Artur Mas, implicado en el caso de corrupción de los Pujol, en los entornos de Javier de la Rosa…
Lo sorprendente en la información del periodista o en las acotaciones posteriores de sus tertulianos es que por enésima vez no hubo ninguna referencia a que Vilarrubí es, además, propietario del 12% del capital de la sociedad explotadora de RAC1, junto al Grupo Godó. Ese detalle se le escapa de manera habitual a Basté cuando le hace el servicio a su señorito, sea en sus editoriales permanentes o cuando lo invita a sus tertulias en su condición de hombre del fútbol.