El Real Madrid clasificó a la final de la Champions League tras superar al Bayern en un partido cargado de épica y polémica a partes iguales. Aunque el equipo merengue hizo méritos para llevarse el encuentro por la remontada in extremis en el tramo final, lo cierto es que lograron sellar el pase por un grosero error arbitral --cobraron un fuera de juego inexistente-- que evitó el tanto del empate de Matthijs de Ligt que pudo forzar la prórroga en el Santiago Bernabéu.
Ha pasado una semana desde dicho enfrentamiento, donde los jugadores y el técnico del Bayern expresaron su cabreo por la decisión de los colegiados. La única voz del Real Madrid que ha querido dar algo de sensatez a la conversación ha sido Toni Kroos, que reconoció que los árbitros se equivocaron en esa jugada decisiva en la vuelta de las semifinales.
Kroos habla de la polémica
La leyenda del club merengue admitió esa polémica situación en el podcast que realiza junto a su hermano Felix Kroos. En este sentido, explicó que "fue una mala decisión. Hay que dejar que el juego continúe y que la jugada acabe". En su opinión, el juez de línea es principal responsable del error, debido a que "el árbitro principal entiende que lo ha visto claro y confía en que probablemente hubo un fuera de juego de tres metros".
Del mismo modo, Kroos entiende la molestia que existe en el Bayern Múnich por dicha acción que condicionó el resultado definitivo: "El enfado está justificado porque hay que afrontar la situación hasta el final, al 100%". Tanto el propio Matthijs de Ligt como Thomas Tuchel --entrenador del cuadro alemán-- expresar su descontento por la determinación de los colegiados en la casa del Real Madrid.
También ha puesto en duda si los jugadores merengues habrían sido capaces de detener el disparo del central neerlandés de no existir el fuera de juego: "No sé si hubo un parón colectivo porque se pudo escuchar el silbato desde bastante antes del remate. Se notó que la tensión disminuyó entre todos los que querían defender la jugada".