Ni De Jong, ni Fermín: este es el crack que apunta a titular del Barça en el clásico

Llega el clásico y la emoción del barcelonismo se siente en el ambiente. Adrenalina, pasión e ilusión se adivinan en el rostro de una masa abundante de culés que ven posible lo impensable: ganar el clásico del Bernabéu al Real Madrid de Vinicius, Bellingham y Mbappé. El vigente campeón de Liga y Champions, que superó al Barça con cierta holgura en todos los encuentros de la temporada pasada --dos de Liga y la final de Supercopa--, se antojaba como un enemigo irreductible este verano, tras confirmarse el fichaje de Kylian Mbappé. La llegada de Hansi Flick a Barcelona ha cambiado el prisma. El vestuario está más unido que nunca, el equipo es solidario en el esfuerzo y cada jugador se despempeña con trabajo duro y sacrificio. A eso, además, se le suma un talento especial. Muy superior al que se intuía el curso pasado.

La 'Flickmanía' arrasa en Barcelona  

El cambio de dinámicas que ha conseguido Flick en tan solo cuatro meses se basa en la alta exigencia y la confianza. El entrenador es amigo y cómplice del vestuario, un aliado más en lugar del enemigo que, por momentos, parecía ser Xavi Hernández. El buen ambiente que se respira entre la plantilla trasciende mucho más allá de las paredes del vestuario y es una de las claves a las que se agarra Flick. "Creo que esto es gracias al gran trabajo de la Masía, que genera una relación de complicidad especial entre los jugadores, además de una alta calidad en la comprensión e interpretación del juego", explicaba el entrenador en una de sus ruedas de prensa más recientes, como buscando respuestas al asombro generalizado tanto de la gente como de los medios. 

El efecto Flick o la también llamada Flickmanía es una realidad que parece llegar para quedarse, porque el técnico no se esconde: "Me siento muy bien, muy acogido por la gente, siento la pasión y nuestra obligación es hacer las cosas bien por todos ellos, es muy bonito sentir estos sentimientos y la solidaridad que demuestran los jugadores". Pero ya se sabe que en el fútbol, lo que importa es el resultado. Y que todo puede cambiar de un plumazo con una derrota contundente o una concatenación de malos resultados. El propio Flick, perro viejo del oficio, así lo reconoce. 

La única duda del once 

Este sábado el Barça se medirá al Madrid en el Bernabéu con más pasión que presión, lo que suele ser una virtud en estos duelos de altos vuelos. El aspirante amenaza al campeón con el liderazgo de la Liga y unas sensaciones inmejorables tras arrollar, casi una década después, al todopoderoso Bayern, bestia negra azulgrana en los seis partidos anteriores. Pero una duda enorme flota en el ambiente con respecto al once que elegirá Flick para formar en la casa blanca. ¿Quién será el enganche entre el centro del campo y la delantera? 

Actualmente hay 10 nombres que prácticamente no se discuten en el once --con perdón de Iñaki Peña, que no termina de convencer bajo palos pero que ha salido airoso de los últimos encuentros ante Sevilla (5-1) y Bayern (4-1)-- y una posición, solamente una, que está en boca de todos. Hablamos de la figura del mediapunta (cuando nos imaginamos un esquema en 4-2-3-1) o del interior más ofensivo (en un 4-3-3). Y todo apunta a que de los muchos candidatos que hay a llevarse el gato al agua, se van a quedar fuera varios de los favoritos: Fermín y Frenkie de Jong. 

Dani Olmo, el favorito

Flick reconoció este viernes en rueda de prensa que todavía no ha tomado una decisión en relación a Fermín. Su intervención positiva contra el Bayern hace pensar que podría repetir porque "estuvo implicado en tres goles". A pesar de ello, la respuesta de Flick, un tipo de ideas claras y alemán --mucha planificación y no excesiva improvisación-- fue la siguiente: "Todavía no he decidido si será titular". ¿Cuál puede ser el motivo? Muy fácil. Su plan era otro. Dani Olmo. 

Hay tres aspectos que entran en juego en este análisis para decidir si será Fermín u Olmo el jugador que forme junto a Casadó y Pedri en el centro del campo --De Jong está prácticamente descartado porque lleva muchos meses sin ritmo de competición, entre otros motivos menos amables-- y solamente uno favorece a Fermín. 

Meritocracia y apuesta personal 

El primer aspecto es la meritocracia, un valor que Flick viene aplicando durante lo que va de temporada. Fermín ha hecho méritos para ser titular en el Bernabéu dando un rendimiento excelente contra el Bayern. Pero la meritocracia del pasado dice que Dani Olmo también hizo méritos desde el primer momento para ser titular y siempre lo fue, por delante de Fermín, hasta que ambos cayeron lesionados. Han regresado a la par y en los planes de Flick había una idea clara: ninguno de los dos iba a ser titular contra el Sevilla, Fermín lo sería contra el Bayern y Olmo lo sería contra el Madrid. Fermín fue por delante porque aceleró un poco más su recuperación. 

Pero, además, hay un último factor decisivo y es que Olmo es una apuesta personal de Flick. Es el fichaje por el que más firmemente pujaron este verano tanto el técnico alemán como el director deportivo del club, Deco, que lo antepusieron al de Nico Williams. Olmo ha sido una prioridad y está por delante de Fermín en el equipo, a pesar del buen nivel mostrado por el jugador onubense. Además, los minutos de que dispuso Olmo contra el Bayern también fueron para quitarse el sombrero y volvió a dejar detalles de genio a pesar de ser su primer partido en que no marca con el Barça. A menos que haya un giro de guion en las próximas horas --dígase giro, dígase molestia física o precaución--, Dani Olmo será titular en el Bernabéu. 

El once previsible

El once previsible es el siguiente: Iñaki Peña; Koundé, Cubarsí, Iñigo, Balde; Casadó, Pedri, Olmo; Lamine, Raphinha y Lewandowski. Esperarán una oportunidad en el banquillo los citados Fermín y De Jong, junto a otros candidatos al centro del campo como Gavi y Pablo Torre. Pau Víctor y Ansu Fati también partirán como suplentes, junto a los defensas Héctor Fort, Gerard Martín y Sergi Domínguez o el nuevo portero de la plantilla, Szczesny.