De prisa y corriendo. El FC Barcelona afronta los últimos días del mercado de fichajes a contrarreloj. Deco, director deportivo, ha activado la operación salida. Ilkay Gundogan es la primera víctima. Las siguientes, Clément Lenglet, Vitor Roque o Mika Faye. Todo para conseguir un último refuerzo. El club azulgrana quiere incorporar a un extremo izquierdo.
Tras la negativa de Nico Williams, y las dificultades del Barça para inscribir a futbolistas, Deco maneja diferentes opciones. Las alternativas que se barajan en la cúpula son Luis Díaz o Rafael Leao, dos nombres que, hoy por hoy, están fuera de alcance. El director deportivo debe buscar otros nombres. En las últimas horas, ha surgido el de Federico Chiesa.
Bueno, bonito, barato
Por el momento, no se ha avanzado en su incorporación, aunque algunas informaciones apuntan a que Fali Ramadani, representante del extremo italiano, ha ofrecido al futbolista de la Juventus. Su valor en Transfermarkt es de 35 millones de euros, aunque podría salir por una cifra cercana a los 10 kilos.
Thiago Motta, entrenador del cuadro bianconeri, no cuenta con Chiesa para su proyecto. El atacante acaba contrato el año que viene y, por tanto, la Juventus está ante la última oportunidad para conseguir algo de dinero por el jugador. El extremo internacional entra en la etapa de plena madurez futbolística. Cumplirá 27 años en octubre.
Es un futbolista con una gran clase y desequilibrio. Puede jugar en las dos bandas. También por detrás del punta, aunque es menos habitual. Hace tres temporadas, estaba tasado en 70 millones de euros y apuntaba a ser una de las próximas estrellas mundiales. En el año 2022 sufrió un "trauma por contusión y un esguince en la rodilla izquierda". "Los exámenes detectaron una lesión en el ligamento cruzado anterior", tal y como aseguró la Juventus en un comunicado. Chiesa tuvo que ser operado.
Relación calidad-precio
Desde entonces, perdió continuidad en el equipo turinés. Las lesiones algún día terminan. Podría ser el caso de Chiesa, una apuesta que no vale mucho dinero y que, si sale bien, sería un negocio redondo para el Barcelona. Además, desde Italia apuntan que el ex de la Fiorentina está dispuesto a bajarse el sueldo para venir.
En la Juventus cobra 6 millones de euros netos por temporada. Según informa La Reppublica, Chiesa podría rebajar su ficha hasta los 4,5 kilos por temporada, con un contrato de tres años, para que el club azulgrana logre inscribirlo en Liga. En el Barça, el extremo nacido en Génova estaría en condiciones de relanzar su carrera.