Antes del mercado de fichajes de verano, el FC Barcelona tenía como prioridad fichar a un extremo y un mediocentro. Desde el club consideraron que un futbolista diferencial para la mitad de cancha debía ser un objetivo importante para el proyecto de Hansi Flick. Sin embargo, con el pasar de las semanas ha cambiado la perspectiva del club, especialmente por la decisión del entrenador alemán de rechazar un fichaje top de la escala de Joshua Kimmich o Martín Zubimendi.
Flick vio con buenos ojos incorporar a un jugador como Kimmich por su pasado como entrenador del Bayern o Zubimendi por su talento en la distribución. Pero esa situación no es la misma en este punto del mercado de verano. El hecho de trabajar desde hace semanas con los jugadores de la Masía ha representado una diferencia enorme para el técnico azulgrana, que está dispuesto a afrontar la temporada 2024-25 con la materia prima de la casa.
El nuevo Busquets
Parte de ese cambio de pensamiento de Flick está motivado por Marc Bernal y Marc Casadó. Los dos canteranos del Barça se ganaron la confianza del entrenador durante la gira de amistosos por Estados Unidos, lo que dio a pie a que fueran titulares en el debut de la Liga contra un rival tan complicado como lo es el Valencia CF. Ambos superaron la prueba con nota positiva, demostrando que están capacitados para asumir ese rol del nuevo Busquets en el primer equipo.
Los centrocampistas han aprovechado la baja por lesión de Gavi y Frenkie de Jong, dos jugadores que están llamados a ser importantes en el sistema del técnico alemán. Los cuatro futbolistas, en plenas condiciones físicas, serán los principales recursos de Hansi Flick para formar ese doble pivote que se ha visto en sus primeros partidos en el banquillo azulgrana.
Los parches del Barça
Además de los mencionados futbolistas, Flick también cuenta con otras alternativas para el mediocentro. Andreas Christensen y Éric García, centrales naturales, han jugado en las recientes semanas en la mitad de cancha. La capacidad defensiva de los dos defensores y su respectivo talento en salida de balón los convierten en recursos que permitirán al entrenador alternar su plan de juego. Al menos mientras el FC Barcelona no tenga la capacidad económica para fichar a un jugador top.
Flick ha llegado al Barça consciente de que es una época de apretarse el cinturón. Le dieron un fichaje importante como Dani Olmo, pero no se espera otro crack de ese nivel en lo que resta del mes de agosto. En ese contexto, el entrenador quiere seguir los pasos de Xavi Hernández y aprovechar la materia prima que dispone dentro del club azulgrana. De momento, la Masía apunta a ser la respuesta en la composición de la plantilla del primer equipo
¿El fichaje para 2025?
La decisión del técnico del Barça es descartar el fichaje de un mediocentro top en este punto de 2024. Pero el futuro es otra cuestión. Hay que recordar que en 2025 termina el contrato de Joshua Kimmich con el Bayern Múnich, lo que supone una enorme oportunidad de mercado para la directiva azulgrana. Ese plan se ajustaría a la delicada realidad financiera del club.