El cambio de cara del Barça: este equipo quiere la Champions

Este Barça es otro. El equipo de dos caras, la montaña rusa futbolística, ha mudado de piel. Tras 29 jornadas de Liga, segundo en la tabla y clasificado para los cuartos de Champions League, el conjunto de Xavi Hernández ha experimentado ese clic tan anhelado. La eliminatoria contra el Nápoles ha marcado un antes y un después en la dinámica del FC Barcelona, refrendado por el convincente triunfo contra el Atlético (0-3).

Después de tantas críticas suscitadas por un juego mediocre, el cuadro catalán ha recuperado aquella solvencia que había quedado enterrada en la temporada pasada. Hemos pasado del miedo a quedarse fuera de Champions League en octavos y dejarse ir el resto de la temporada a mantener intactos los objetivos principales. Los rivales menos temibles han quedado encuadrados en el lado azulgrana y, sin ser favoritos, los culés se han ilusionado con el cruce contra el PSG.

Ilusionados de nuevo

"El papel de favorito se lo daría más al PSG", afirmó Xavi en la previa del partido contra el Atlético. Sin embargo, algo ha cambiado en Can Barça. La motivación es otra. No hay nada que perder y los jugadores han demostrado de lo que son capaces. Sin Pedri, Frenkie de Jong, Gavi ni Ferran Torres, el bloque azulgrana hizo valer la fortaleza colectiva. Por ello el técnico apeló a la mentalidad ganadora para dar un paso más en Europa: "A ilusión, a ganas y a soñar, en eso no nos van a ganar".

Y eso que Kylian Mbappé ha vuelto a comandar con un hat-trick el último set del PSG al Montpellier (2-6). El astro parisino sigue a lo suyo y acumula 38 goles en 37 partidos este curso. El nuevo Paris Saint-Germain con el sello asturiano de Luis Enrique mete miedo. Tumbó autoritariamente a la Real Sociedad en los octavos de Champions (4-1 global) y lidera sin despeinarse la Ligue 1, con 12 puntos de ventaja sobre el segundo.

Punto de inflexión

Por su parte, el FC Barcelona es ahora un bloque que trasciende sus individualidades. En el vestuario todos reman a una. Razón no le faltaba a Xavi. El anuncio de su marcha cuando el Barça tocó fondo en Montjuïc ante el Villarreal (3-5) liberó a los jugadores. De pronto, la camiseta ya no pesaba tanto. Cierto es que el juego del equipo catalán dejó que desear contra Granada (3-3) o Celta (1-2), pero números en mano estamos hablando de seis victorias y dos empates en Liga desde aquella derrota fatídica.

Las lesiones no han inmutado al entrenador egarense. "No son excusa", decía antes de recibir al Nápoles en Montjuïc. Y, por fin, una plantilla rebosante de talento aunque corta de efectivos sometió al cuadro partenopeo. El míster logró engrasar definitivamente el engranaje, pulir esos errores puntuales de concentración que tantos disgustos han costado, y desencallar el navío azulgrana. Queda mucha tela por cortar, pero las dos últimas victorias de prestigio exponen ese cambio de chip.

Brotes verdes

Desde el 8 de enero de 2023, precisamente un triunfo ajustado del Barça (0-1), el Atlético solo había perdido una vez en el Wanda Metropolitano. Fue contra el Athletic Club, en otra contienda reñida (0-1). Plagado de bajas, el club de la capital catalana ha vuelto a asaltar el feudo rojiblanco. La dinámica resultadista ya llamaba al optimismo en las últimas semanas a pesar de que el juego no convenciera.

No obstante, los pupilos de Xavi han cumplido con sus asignaturas pendientes. La savia nueva de promesas jovencísimas con un techo ilusionante ha reactivado a los veteranos. Pau Cubarsí y Héctor Fort --ambos de 17 años-- han formado la línea defensiva contra el Atleti junto a Ronald Araujo y Jules Koundé. Desde que el jovencísimo central se ha asentado en el eje de la zaga, el FC Barcelona suma cuatro porterías imbatidas consecutivas en competición doméstica --403 minutos sin recibir gol--.

En campo rival, Raphinha y Robert Lewandowski se han puesto las pilas, espoleados por el liderazgo precoz de Lamine Yamal. Nápoles y Atleti, rivales de entidad, encajaron tres tantos cada uno en sus últimos enfrentamientos frente al cuadro de la Ciudad Condal. Es un buen punto de partida en el camino hacia la conquista de la Champions. Sobre todo, teniendo en cuenta que el cuadro colchonero sería el rival en semifinales, en el supuesto de que los dos clubes españoles superasen los cuartos. Esta temporada, el Cholo no ha dado con la tecla contra el Barça y ha perdido las dos veces que se han cruzado por el camino.