Los planes de renovación del Barça con dos cracks de la Masía

Jornada tras jornada, los menores de edad del Barça brillan más que los veteranos con el primer equipo del Barça. Especialmente, Lamine Yamal y Pau Cubarsí, que en su primer año de juvenil se han consolidado en el once titular. Contra el Mallorca, ambas promesas de la Masía se erigieron en líderes indiscutibles de las dos áreas. A pesar de la hilera de grandes clubes europeos que se amontonarán en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, los planes del FC Barcelona pasan por un blindaje futuro.

En primer lugar, ha trascendido una información que desvela una presunta oferta del PSG por Lamine. La propuesta ascendería a 200 millones de euros y el club azulgrana la habría rechazado. En el mismo día, el periodista Fabrizio Romano ha desmentido el supuesto acercamiento parisino y ha recordado que en el Parque de los Príncipes ya cuentan con Bradley Barcola y Ousmane Dembelé en las bandas.

Lamine, menos urgente

En Can Barça tampoco están por la labor de vender a un talento generacional que puede marcar una época. Es más, tras firmar su primer contrato profesional hasta 2026, los planes de la entidad contemplan una nueva extensión del vínculo en 2025.

El Barça hace oficial la renovación de Lamine Yamal FCB

Desde la dirección deportiva, Deco quiere atar en corto nuevamente a Lamine cuando cumpla los 18 años, el 13 de julio de 2025. Las conversaciones no corren prisa, pues transcurrirá año y medio hasta entonces. Ahora más que nunca existe buena sintonía entre la secretaría técnica y el agente de la joya de Rocafonda, Jorge Mendes.

La cláusula apetitosa de Cubarsí

En la misma línea, como ya habíamos desvelado en Culemanía, el FC Barcelona busca desde semanas atrás prolongar el contrato de Cubarsí. La institución catalana pretende formalizar su blindaje dentro de un año. Será cuando el zaguero representado por Bahía Internacional celebre la mayoría de edad, el 22 de enero de 2025. 

A diferencia de su compañero de generación, la cláusula del central apenas asciende a 10 millones de euros. Tiburones europeos como el Chelsea siguen sus pasos, por lo que la prioridad es disparar el precio de su libertad. Para ejemplo, el de Lamine, con una cláusula de salida de 1.000 millones.

No cabe duda de que la continuidad de ambos cracks es prioritaria. Ya han tomado un papel protagonista en el presente del equipo azulgrana en su primer año de juvenil. Imaginen de lo que serán capaces en un futuro a medio plazo.