El técnico del FC Barcelona, Xavi Hernández, ha mirado hacia otro lado cuando le han preguntado por las palabras del presidente Joan Laporta. El entrenador catalán ha esquivado la polémica sobre la indulgencia del mandatario y ha buscado el consenso con sus palabras en la rueda de prensa previa al Alavés-Barça.
"Lo que ha dicho el presidente es lo mismo que digo yo... si no se cumplen los objetivos me tendré que ir, ya lo dije yo... pero cuando llegué hicimos una buena temporada, quedando segundos. Con posibilidades incluso de luchas la Liga. El segundo año fue muy bueno y el tercero no hemos cumplido las expectativas", ha normalizado el míster del primer equipo la vulnerabilidad en el cargo ante la mala racha de juegos y resultados. Laporta había reconocido en una entrevista que "si no fuera Xavi, habría destituido al técnico".
El desgaste
El estratega de Terrassa niega que las razones de su marcha nazcan del agotamiento mental: "No es cansancio, no es salud mental... yo estoy muy bien. No es por la crítica. ¿Quién conoce más el club que yo? Yo solo siento que me tengo que ir el 30 de junio. Es lo mejor para el club. Seguiré yendo a Montjuïc y al Camp Nou".
No obstante, sí que ha hecho balance negativo de estos dos años en la entidad: "Son dos años y medio y pienso que el proceso de ser entrenador del Barça no compensa. Vas luchando contra cosas y cosas, y al final esto provoca un desgaste. En el día a día no se disfruta. Lo he visto en muchos entrenadores. He visto sufrir a entrenadores incluso ganando en este club".
La trituradora del Barça
Homólogos como Jagoba Arrasate, técnico del Osasuna, disfrutan un trabajo más alejado de los focos de los medios. En cambio, el banquillo del Barça es más sacrificado: "Me ha tocado vivir situaciones de ver sufrir a entrenadores. Incluso ganando la Champions he visto entrenadores en el Barça pensándose si continuar el año siguiente. Luis Aragonés, además de mi entrenador, adquirimos una amistad con el tiempo. El linchamiento que sufrió fue muy injusto, y al final ganó esa Eurocopa. Me hubiera dicho que fuera fuerte, lo que he sido desde el primer día".
De todos modos, Xavi achaca a España la presión excesiva que sufren los entrenadores: "Fuera de España valoran muchísimo nuestro trabajo. Después, la gente de fútbol de verdad, todos los entrenadores nos felicitan como staff. Pero aquí en España no se valora. Mi sensación es que se ha hecho muy buen trabajo. Y todavía espero hacer un gran trabajo hasta final de temporada".