Joan Laporta no quiso dar los nombres de los ejecutivos que tendría el Barça si ganaba las elecciones de 2021. Filtró, eso sí, que contaba con Mateu Alemany como director de fútbol. Con una gran experiencia en el mundo del fútbol, ya fuera como presidente del Mallorca o director deportivo del Valencia, Alemany renovó la plantilla azulgrana con una economía muy precaria. Dos años después, el máximo dirigente fichó a Deco, cuya gestión está bajo sospecha.
Alemany solucionó muchos problemas a Laporta. Negoció fichajes costosos como los de Ferran Torres, Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha, pero, sobre todo, gestionó las contrataciones de futbolistas que acababan contrato como Andreas Christensen, Franck Kessié, Héctor Bellerín, Ilkay Gundogan e Iñigo Martínez.
El cambio de Deco
En un Barça muy tocado económicamente, Alemany renovó la plantilla azulgrana con más luces que sombras. Laporta, mientras, gestionó otras operaciones en las que participaron varios intermediarios como Pini Zahavi y el mismo Deco, representante de Raphinha antes de su fichaje por el club barcelonista.
Deco abandonó su agencia de representación para ir al Barça. Siempre tuvo muy buena sintonía con Laporta en su etapa como futbolista del equipo azulgrana. Inicialmente debía compartir protagonismo con Alemany, quien pidió su salida del club para fichar por el Aston Villa y posteriormente reculó.
Reparto de papeles
Laporta pidió a Deco y Alemany que se repartieran los papeles. El primero, con un perfil más deportivo, y el segundo, más capacitado para negociaciones complicadas. El ejecutivo brasileño, sin embargo, jugó fuerte con sus cartas y ganó la partida.
Deco, asesorado por Jorge Mendes, representante al que también se encomendó Laporta para renovar la plantilla del Barça, activó el fichaje de Vitor Roque, en el que también participó el intermediario André Cury.
El fichaje de Vitor Roque
El precio inicial de la operación rondaba los 35 millones de euros. El Barça, finalmente, informó de que el fichaje costaba 30 millones de euros fijos y 31 millones más en variables, cifra que incluso podría subir hasta 72 millones de euros, según algunas fuentes.
El fichaje de Vitor Roque no ha sido una operación transparente como prometió Laporta. No informó de las comisiones abonadas. Tampoco lo hizo cuando el Barça contrató a Raphinha, representado en 2022 por el mismo Deco. El Leeds, anterior club del delantero brasileño, cobró 58 millones fijos y otros siete en variables.
La marcha de Jordi Cruyff
El fichaje de Deco fue visto con recelos por Xavi, quien tenía una buena relación con Alemany y, sobre todo, mucha complicidad con Jordi Cruyff, con quien compartía puntos de vista e inquietudes. Ambos también hablaban mucho de fútbol y de perfiles de futbolistas que podrían encajar en el Barça.
Xavi convivió con Deco con normalidad hasta que Laporta obligó a modificar la convocatoria que había hecho para el último partido de Champions contra el Amberes. La versión que luego dio el técnico no fue asumida por el director de fútbol y Xavi dejó de confiar en él.
Operación clave
En plena crisis deportiva, Deco no ha salido en defensa de Xavi en los momentos más delicados del técnico de Terrassa. Ahora ya prepara la sucesión en el banquillo del Barça. Será su primera gran decisión. Hasta ahora ha negociado las cesiones de Joao Félix y Joao Cancelo con el apoyo de Laporta y Mendes. Ahora le toca acertar con el nuevo entrenador. De momento, hay dudas sobre su gestión.