No todos defienden a Xavi: está harto y a punto de explotar

El globo de Joao Félix se desinfla poco a poco. El atacante portugués ya no vuela por las nubes y cada vez pierde más protagonismo a las órdenes de Xavi Hernández. El fichaje que tanto deseaba el presidente Joan Laporta tan solo ha salido de inicio dos partidos en este 2024: los dos duelos de Copa del Rey ante rivales de categoría inferior. En Salamanca se quedó sin marcar y se marchó sustituido a la hora de partido con el gesto serio.

Quienes hayan visto a Joao Félix en el estadio Municipal Reina Sofía probablemente solo lo recuerden por la asistencia en el primer gol de Ferran Torres. Ese pase a la espalda del último central concede toda la ventaja al delantero valenciano, inalcanzable en una carrera al espacio de 60 metros. Por lo tanto, la aportación tangible del extremo luso no cayó en saco roto.

Intermitente y cabizbajo

Sin embargo, la intermitencia le sigue pesando. El jugador cedido por el Atlético de Madrid apareció en cuentagotas. Le cuesta horrores crear peligro ante bloques bajos que lo defienden con más de un hombre. Por ello, en los octavos de Copa concentró sus acciones en poner centros peligrosos dentro del área para que el joven killer Marc Guiu rematara los balones. De hecho, en la primera parte a punto estuvo de abrir la lata el ariete de 17 años en una volea a pase de Joao.

Con el empate en el marcador, Xavi relevó al futbolista de 24 años a la hora de encuentro. Una vez más, dejó el campo con el casillero de goles a cero. Precisamente, un mes después de marcar su último tanto contra el Valencia. Le chocó la mano al técnico catalán, pero no le dirigió la mirada. No le salen las cosas como querría al menino. A diferencia de otros fichajes del míster como Ferran Torres y Jules Koundé, Joao no dio la cara frente a portería. 

Dinámica descendente

El entrenador egarense afirmó que los cambios respondían a la necesidad de colocar centrocampistas que dieran pases interiores: "He quitado a Joao Félix para poner a Pedri y Gundogan, dos centrocampistas puros, para que pudiesen filtrar los pases por dentro".

Y la dinámica descendente del delantero internacional portugués preocupa. Conforme pasan los meses, se aleja la posibilidad de permanecer en el FC Barcelona más allá de junio de 2024. Seis goles y cinco asistencias en 25 compromisos oficiales no bastan para justificar un desembolso de decenas de millones en época de vacas flacas por su adquisición definitiva.