Algunos pensaban que lo de Vitor Roque sería llegar y besar el santo, pero lo cierto es que los rugidos de Tigrinho se están haciendo esperar. Eran muchos quienes daban por sentado que el joven delantero disfrutaría de su primera titularidad ante Unionistas de Salamanca, pero apenas dispuso de diez minutos sobre el césped.
Xavi Hernández está siendo prudente con él. Todavía le falta un punto para estar al cien por cien después de su inactividad --recordemos que viene de lesión--, sin contar que debe adaptarse a un ecosistema futbolístico totalmente nuevo.
Para colmo, la situación del Barça no es la mejor y el equipo necesita resultados. Rendimiento inmediato. De ahí que se esté yendo poco a poco con un Vitor Roque que, a día de hoy, sigue siendo un melón por abrir.
Suplente frente a Unionistas
Después de quedarse sin minutos en la semifinal de la Supercopa de España contra Osasuna y en la final contra el Real Madrid, casi todo el mundo daba por hecho que su gran oportunidad para estrenar titularidad sería frente a Unionistas.
Las molestias en los isquiotibiales que venía arrastrando de Barbastro, y con las que se justificó su falta de minutos en Riad, ya estaban superadas. Xavi, en cualquier caso, prefirió alinear este jueves a Marc Guiu de titular, dando descanso a Robert Lewandowski de entrada. Contra Unionistas, el técnico se llevó a cuatro nueves sumando a Pau Víctor, que presenció el partido desde el banquillo.
Le falta ritmo y adaptación
Sea como sea, la realidad es que Vitor Roque aún necesita ritmo de competición. Aunque no deja de ser sorprendente que en un partido ideal --en principio-- para darle muchos minutos, lo empezara en el banquillo y entrase por Ferran Torres con todo el pescado vendido, a falta de diez minutos.
No hay que olvidar que el FC Barcelona pagó por él 30 millones de euros más otros 31 más en variables. Unas cifras nada desdeñables para una entidad que no atraviesa por una situación estable a nivel económico. La apuesta, de momento, parece más de futuro que de presente.