El FC Barcelona dio un golpe sobre la mesa en las semifinales de la Supercopa de España. El conjunto azulgrana ganó con autosuficiencia y sin sufrimiento un partido después de tanto tiempo. Y es que desde el 19 de septiembre, el Barça no sumaba un triunfo por diferencia de dos goles o más. Después de padecer más de lo previsto contra equipos de menor entidad como Almería, Las Palmas o Barbastro, los pupilos de Xavi Hernández hicieron honor a su condición de favoritos ante el Osasuna (2-0).

En la victoria, destacaron los tres suplentes que habían entrado de refresco. Incluso aportaron más desequilibrio en el último tercio del campo que los propios titulares. No era de extrañar que el director deportivo Deco alabara su actuación a pesar de empezar en el banquillo: "Hemos hecho un buen partido para pasar a la final. Osasuna es un buen equipo, ha luchado mucho y ha tenido ocasiones de marcar. La primera parte ha estado dividida, pero en la segunda hemos sido mejores con Pedri, Joao Félix y Lamine Yamal".

Reforzados

El extremo de 16 años pisó el campo en la primera parte, en lugar de Raphinha, lesionado. La joya azulgrana hizo acto de presencia en el minuto 42, y empezó a marcar las diferencias que faltaban en campo rival. Hasta entonces, el Barça apenas había generado peligro cerca de la portería de Sergio Herrera.

Lamine Yamal anota el segundo gol del Barça en las semifinales de la Supercopa EFE

De hecho, la actuación de Lamine culminó de la mejor manera posible. En el tiempo de prolongación marcó el tanto de la tranquilidad, y batió el récord de precocidad del goleador más joven en la Supercopa de España: 16 años y 182 días, por delante de Gavi, que conservaba el anterior registro con 17 años y 304 días. 

También salió especialmente reforzado Joao Félix, autor de dos carreras brillantes por el costado izquierdo. La primera terminó en paradón del guardameta a su tiro desde el pico del área. La segunda finalizó en la asistencia a Lamine tras superar a todos los rivales que le barraban el paso.

Regreso esperanzador

En la misma línea, de Pedri emanaron los primeros brotes verdes en su regreso de la enésima lesión muscular. El volante canario exhibió su sutileza en el control del balón que saca a relucir cuando juega a su mejor nivel. A la par que Joao, entró en el minuto 61, después del primer gol, pero le bastó esa media hora para ilusionar a la afición culé con detalles de calidad de muchos quilates.

Noticias relacionadas