Los ‘chavales’ que salvan la cara al Barça son menores de edad

Los menores de edad se convirtieron en la única nota positiva del Barça en Amberes. Héctor Fort surfeó un debut más complicado de lo que se antojaba. Lamine Yamal tiró del carro en ataque y dio ejemplo con su sacrificio defensivo. Y Marc Guiu volvió a exhibir olfato goleador en su tercera oportunidad de vestir la camiseta del primer equipo. Una vez más, los jóvenes dieron la cara en lugar de los veteranos.

Faltaban pesos pesados en un partido pensado para las rotaciones, pero la unidad B del FC Barcelona cuajó una actuación desastrosa. Tanto Sergi Roberto, primer capitán, como Oriol Romeu demostraron que Xavi Hernández no puede dar descanso a los titulares en la medular. Tan solo Fermín López --otra promesa-- se salvó de la quema. 

Lamine, reforzado

En ataque, Lamine Yamal se destapó como mejor jugador azulgrana. El extremo de 16 años le entregó a Ferran Torres el balón del empate (1-1) en una muestra de visión entre líneas. Se perfiló desde banda, y con pierna izquierda filtró un pase en la defensa tras leer el desmarque del delantero valenciano. En la segunda parte, una volea del jovencísimo internacional español se estrelló en el larguero.

Por si esto fuera poco, la joya azulgrana se vació en los 90 minutos de esfuerzo. Suyas fueron recuperaciones de mérito al bajar a campo propio para efectuar las ayudas defensivas. La pugna con Raphinha por la titularidad vuelve a encarecerse, aunque el atacante brasileño parte con más opciones para Mestalla tras su descanso en la última derrota.

Lewandowski, expuesto

Robert Lewandowski volvió a destacar en el sentido peyorativo. Ni un remate del delantero polaco en 72 minutos de encuentro hasta su sustitución. De hecho, su sustituto sí que pudo haber cambiado la suerte del FC Barcelona en Bélgica.

18 minutos de juego necesitó Marc Guiu para marcar su primer gol en la Champions League con 17 años. El delantero de Sant Celoni conectó un centro de Ilkay Gundogan desde la izquierda para colocar las tablas en el tiempo de prolongación (2-2). El también futbolista del filial y del Juvenil A celebró con rabia el tanto, que finalmente resultó estéril por el enésimo despiste defensivo.