El Barça está en crisis y Xavi, muy tocado. Demasiado. La caída del equipo es incomprensible, difícil de explicar, impropia de un club que aspiraba a todo cuando comenzó el curso. El técnico de Terrassa vive sus horas más bajas como máximo responsable de un Barcelona con urgencias, sobre todo en Europa.
"No estamos bien", confesó Xavi, a quien se le agota el crédito partido tras partido. En Europa, los males del Barça se multiplican, incluso ante un equipo menor como el Amberes, que había perdido los cinco duelos disputados. "El problema son las sensaciones", admitió el técnico azulgrana.
Estadísticas crueles
Las estadísticas son crueles para Xavi. Su Barça ha perdido en cinco de los siete desplazamientos de la Champions. Eliminado de la fase de grupos en las pasadas dos temporadas, en la actual ha acabado primero, pero la imagen del equipo es mala. El Barça actual no resiste comparación con el Barça de Guardiola, admirado en todo el mundo. El actual Barça es un alma en pena, con muy poco fútbol. Es un equipo frágil, sin personalidad.
"Tenemos que recuperar las sensaciones, pero estamos vivos", remarcó Xavi, quien necesitará el apoyo de Joan Laporta y Deco, presidente y director de fútbol del Barça, quienes el martes le recomendaron que cambiara la lista de convocados para el partido de anoche en Amberes.
El partido de Mestalla
"Me veo totalmente capaz de cambiar la imagen del equipo. En la Champions estamos bien colocados, donde queríamos. Estoy ilusionado y la derrota no cambia nada, pero debemos mejorar las sensaciones", insistió el entrenador del Barça.
Xavi lo pasa mal durante los partidos y en las ruedas de prensa. Cada vez le cuesta más defender sus argumentos. Su Barça es una ruina y sabe que los próximos días serán muy duros, sobre todo si el equipo pierde en Valencia. Otra derrota en Mestalla podría ser fatal para el técnico egarense. Laporta confiaba en que el equipo remontaría el vuelo tras la victoria contra el Atlético, pero los dos últimos partidos han sido frustrantes para las aspiraciones de un Barça que vive al día.
La fe de Laporta
Laporta pide calma, pero no descarta un tratamiento de choque para sanar al Barça. Su fe en Xavi se desvanece y espera el veredicto de Deco. Hoy más que nunca, Xavi está solo ante el peligro. Su Barcelona se desmorona como un castillo de naipes.