El FC Barcelona ha jugado mal en Vallecas. Es una realidad innegable. El fútbol del equipo de Xavi Hernández todavía no convence a los culés. Pero también salta a la vista los errores arbitrales que han perjudicado al conjunto azulgrana. El Barça ha sufrido dos posibles penaltis que tanto el árbitro José Luis Munuera Montero como la sala de videoarbitraje han obviado.
Primero, el Rayo Vallecano ha cantado el gol que abría la lata con suspense. Y es que el VAR ha revisado el tanto de Unai López por dos situaciones de fuera de juego que finalmente ha descartado. En primera instancia, Alejandro Balde ha rechazado de cabeza un centro de falta botado por los locales porque a su espalda se colocaba Óscar Valentín en posición adelantada.
El fuera de juego posicional de Óscar Valentín en el gol de Unai López
Esta primera jugada es la más susceptible de señalar off side. Hasta el árbitro asistente le ha reconocido a Xavi Hernández que el jugador franjirrojo condicionaba la acción. Tras el despeje, Unai López ha firmado un golazo con un tiro de 30 metros inalcanzable para Iñaki Peña. En el momento del disparo, Valentín seguía en posición antirreglamentaria. No obstante, esta vez no influía, pues no impedía al guardameta ver el esférico.
Penaltis polémicos
Más descarado ha sido un rifirrafe entre Florian Lejeune y Robert Lewandowski, con agresión irrefutable del central francés al delantero polaco. El defensor ha agarrado del cuello mediante una especie de judo por detrás al 9 azulgrana sin el balón en juego. El derribo ha pasado desapercibida para el colegiado, pese a las protestas del ariete.
Después de esta primera pena máxima omitida, Raphinha ha sido víctima de otro posible penalti en el tiempo de prolongación. En el minuto 95, el extremo brasileño se ha desmarcado dentro del área para rematar un balón filtrado.
Indignación
Sin embargo, el Pacha Espino le ha pegado una patada por detrás al rival, sin alcanzar la pelota. El contacto también está fuera de toda duda, pero nuevamente el VAR le ha dado la espalda al Barça.
Las protestas del banquillo barcelonista por la impotencia le han costado la expulsión al técnico asistente del staff, Sergio Alegre. Tras el partido, Xavi ha mostrado su disconformidad con la decisión del equipo arbitral: "Nos está tocando cruz. El penalti a Raphinha era claro".