El fútbol da muchas vueltas. Un futbolista nunca puede decir "de esta agua no beberé", porque las circunstancias personales cambian año tras año. Así, Jules Koundé le declaró la guerra a Jordi Alba en un enfrentamiento entre FC Barcelona y Sevilla más que candente. Un año después, lucían tan amigos como si nada en el vestuario azulgrana. Del mismo modo, Gavi y Joao Félix tuvieron sus más y sus menos en los duelos contra el Atlético de Madrid.
Apenas semanas más tarde de fichar al atacante portugués, están a tan solo un paso de apodarse "hermanito" mutuamente en redes sociales. Precisamente, durante la manita del Barça al Amberes belga en el Estadio Olímpico (5-0), ambos jugadores hicieron gala de su confianza sobre el campo. En cuestión de días han limado asperezas, al menos, a ojos de la nueva incorporación barcelonista.
Llave de judo
En el marco de la segunda victoria consecutiva por cinco goles, Joao se hinchó y marcó su tercera diana en dos partidos. No obstante, los hechos que nos ocupan acontecieron tras endosarle el cuarto tanto al Amberes durante el estreno en Champions League.
Tras convertir su cuarto gol oficial con el Barça, Gavi corrió al banderín de córner. El volante de 19 años dio un pequeño salto, y antes de poder gesticular, su compañero lo agarró por el cuello amistosamente por detrás. Tras una especie de llave de judo, se fundieron en un abrazo y el nuevo goleador de la noche recibió las felicitaciones de sus compañeros en piña. Pero el extremo de 23 años volvió a la carga. Joao Félix se metió entre los jugadores para abrazar al mediocampista internacional español nuevamente. Y repitió el ritual hasta una tercera vez, volviendo a buscar a Gavi en lo que parecía la canción de no es amor, es obsesión.
Cayó de pie
Tras dos encuentros, no cabe duda de que los Joaos han caído de pie en Barcelona. Ambos han estrenado sus respectivas cuentas realizadoras, y encadenan dos titularidades. El exfutbolista del Atleti se ha destapado en su faceta goleadora con dos goles en Champions y uno en la Liga. Además, asistió a Robert Lewandowski en competición europea.
Joao Félix exhibe toda su ilusión en Can Barça. Juega con alegría, y liberado, a pesar de hallarse en un préstamo con fecha de caducidad. Xavi Hernández no pidió su fichaje, pero tan solo dos partidos han bastado para persuadir al técnico catalán de la calidad que atesora su nueva joya.