El FC Barcelona ha intentado ilusionar a los culés en un verano de altibajos. El club azulgrana ha sufrido más desilusiones que buenas noticias después de sucesivas decepciones en los despachos. La hinchada barcelonista ha tenido que afrontar la despedida de Sergio Busquets y el desdén de Leo Messi, aunque un sector de los aficionados deseaba la partida del pivote catalán. Ousmane Dembelé también ha decidido concluir su trayectoria como azulgrana, una decisión que ha levantado polvareda ante la importancia de la figura del mosquito en el esquema de Xavi Hernández.
Pocas victorias se ha anotado el técnico egarense en este mercado estival. Por ello, la entidad celebró a bombo y platillo el fichaje de Ilkay Gundogan, a quien el míster azulgrana persuadió para dejar atrás nada menos que a un Manchester City campeón del triplete. También se festejó por todo lo alto la contratación de Vitor Roque como 9 del Barça en clave futuro, tras imponerse a ofertas superiores de clubes de la talla del PSG y el Chelsea.
Rechazos dolorosos
Sin embargo, hay desdenes que han escocido en el club este verano. Desde Xavi Hernández hasta Joan Laporta, todos confiaban en que Busquets renovaría sus votos con el Barça por sexta vez. Pero esto no ocurrió. El jugador de Badia del Vallés decidió alejarse de los focos y la presión del fútbol europeo para reunirse con Leo Messi en el Inter Miami de la MLS.
Precisamente, el astro argentino adujo los mismos motivos para rechazar al club azulgrana, que esta vez sí contaba con el visto bueno de la Liga para activar el regreso del 10. No hubo despedida soñada de Messi, decepción que algunos hinchas digieren con más alivio por haber pasado página desde su marcha. Aun así, en la directiva blaugrana dolió el reencuentro fallido con el mejor futbolista de la historia.
La 'puñalada' de Dembelé
Mucho peor ha sentado en Can Barça la salida precipitada de Ousmane Dembelé, influenciado por su agente, Moussa Sissoko, y seducido por el dinero del PSG. Después de seis años de paciencia y un dispendio multimillonario en un jugador intermitente por los problemas físicos, el mosquito ha sucumbido a la primera llamada parisina.
Xavi ha defendido a capa y espada en cada rueda de prensa a una de sus grandes apuestas personales. Y, lógicamente, tras el desplante de Dembelé, el técnico catalán ha confesado sentirse "un poco decepcionado". Escribía Quevedo "poderoso caballero es don Dinero". Razón no le faltaba. Su Francia natal y el capital de Qatar decantaron la balanza en la decisión de un jugador que no hace tanto --ni dos meses-- aseveraba en entrevistas que "no hay nada con el PSG; estoy feliz en el Barça".
De momento, los culés encuentran consuelo en Gundogan, y en brotes verdes como Lamine Yamal y Fermín López, que darán que hablar en la temporada venidera.