Las obras del nuevo Camp Nou son un foco de tensión. El proyecto del Espai Barça, el más ambicioso en la historia del club, ha generado un enorme malestar a los grupos vecinales que viven en la zona. Los altos mandos del FC Barcelona han mantenido varias reuniones para calmar las aguas con los vecinos, pero el panorama no apunta a mejorar, especialmente por el ejemplo del Santiago Bernabéu.
Si hay algo en lo que coinciden los vecinos del Camp Nou y los del Bernabéu es que ambos han expresado problemas con el ruido. En el caso de los grupos que viven alrededor del recinto merengue, la preocupación ha sido el motor para pasar a la acción y frenar la explotación comercial del Real Madrid con los conciertos. Algo que ha servido de motivación para los residentes de Les Corts.
Ejemplo a seguir
Fuentes de los grupos vecinales contactados por Culemanía explican que hay un fuerte interés entre algunos particulares de informarse a través de los vecinos del Santiago Bernabéu para conocer los pasos que siguieron en los últimos meses para lidiar con el problema del ruido de los conciertos y otras actividades.
Hay que recordar que el caso en la capital española fue llevado a los juzgados por tratarse de delito medioambiental. El Real Madrid tuvo que frenar el calendario de conciertos del resto de 2024 y comienzos de 2025 hasta encontrar una solución que permita complacer a todas las partes. Los vecinos del Camp Nou quieren estar en contacto con los grupos madrileños y así tener una hoja de ruta de cara al futuro.
Presión para el Barça
El FC Barcelona ha dejado claro que los eventos musicales no van a ser el eje del negocio del futuro estadio. Así lo hizo saber Elena Fort, vicepresidenta institucional del club, en una rueda de prensa en octubre: "Un concierto no se puede hacer durante la temporada. El estadio, históricamente, ha albergado eventos de tal calibre, pero fuera de periodo liguero y demás competiciones".
Sin embargo, los grupos vecinales del Camp Nou no se fían de la palabra de la junta directiva. "Lo que diga el Barça no me lo creo, porque el club no tiene un duro y necesita de esos conciertos para tirar adelante. El Barça está empeñado hasta las cejas, es la realidad", expresa una de las vecinas a este medio.
Esa desconfianza que existe entre las dos partes ha sido una constante a lo largo del último año, especialmente por los roces que se generan con el ruido de las obras que lidera Limak Construction. En dos semanas está previsto que el FC Barcelona se vea cara a cara con los vecinos para abordar diferentes puntos de tensión, como es el caso de los horarios de trabajo.
Ruido en la obra
Los altos mandos del Barça no han podido avanzar en el proyecto del nuevo Camp Nou por el incumplimiento en la disminución del ruido y la franja horaria del personal que circula por las instalaciones. A pesar de los numerosos encuentros, los vecinos de la zona todavía aseguran que es un problema que persiste en las recientes semanas.
De acuerdo con lo explicado, el club habría recibido "tres multas de valor mínimo" en las últimas semanas después de una inspección de la Guardia Urbana en horas de la noche. El FC Barcelona tiene los permisos para avanzar en las obras 00.00 horas, siempre y cuando sea en zonas del Camp Nou que estén alejadas de las viviendas. Las numerosas quejas de los vecinos han provocado que el Ayuntamiento deniegue que la construcción se extienda hasta los sábados.
Momento de tensión
La preocupación de los vecinos de Les Corts no deja de crecer, especialmente por la inminente vuelta al estadio azulgrana. Agradecen que el fútbol no sea una realidad por la zona, debido a que se ha recuperado la tranquilidad. "Es de los barrios menos conflictivos que hay en Barcelona", expresa una de las fuentes consultadas.
El objetivo del FC Barcelona es regresar entre febrero-marzo de 2025 al Camp Nou. Ese es el gran anhelado de la junta de Laporta para frenar la caída de ingresos que representa jugar en Montjuïc. Los vecinos quieren estar preparados a ese esperado regreso al feudo azulgrana, lo que incluye un plan de emergencia en el que están dispuestos a seguir los pasos de los grupos vecinales del Bernabéu en caso de que el ruido no sea controlado por los altos mandos de la entidad.