El origen del conflicto entre la junta de Laporta y la Grada d'Animació del Barça
- El mandatario del FC Barcelona manda una contundente advertencia a los grupos de aficionados culés tras las últimas sanciones
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La paciencia de Joan Laporta con la Grada d'Animació está cada vez más cerca de llegar a su límite. El dirigente del Barça ha hecho una declaración de guerra al mandar una doble advertencia: el pago de 21.000 euros que corresponden a las sanciones acumuladas que recibió el grupo en la anterior temporada y la posibilidad de cerrar la grada si se produce una nueva multa en el actual curso.
El mensaje del FC Barcelona es claro y fuerte. El conflicto parece inevitable entre las dos partes, especialmente porque la Grada d'Animació se ha sorprendido por el tono tan contundente de la junta directiva. Esa postura firme de Laporta tiene un origen que se remonta a su primera etapa en el club, lo que refleja que el mandatario azulgrana nunca ha visto con buenos ojos el protagonismo de los cuatro grupos: Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça.
Era Boixos Nois
Los Boixos Nois, conocidos como los ultras del Barça, fueron el grupo que representaba la parte de animación del Camp Nou durante la época presidencial de Josep Lluís Núñez. Con el antiguo presidente azulgrana, los hinchas radicales campaban a sus anchas por el estadio y eran bien recibidos por los altos mandos. Eso fue una realidad hasta que Laporta gana las elecciones en 2023.
Jan decide acabar con los Boixos Nois y erradicar cualquier tipo de presencia de los hinchas violentos en el recinto azulgrana. Cortó los privilegios que tenía el grupo, como una habitación en el Camp Nou en donde guardaban elementos de animación y algunos objetivos de violencia como puños americanos.
La respuesta fue una campaña contra Laporta, que fue insultado y zarandeado en el Camp Nou. También fue amenazado de muerte con pintadas en su domicilio. Con el paso del tiempo, los ultras perdieron fuerza en el barcelonismo, aunque igual dejaron una herencia que se ve reflejada en algunos de los grupos que ahora forman parte de la actual Grada d'Animació.
Resurge la grada
Durante la primera etapa presidencial de Laporta no hay rastros de lo que ahora se conoce como Grada d'Animació. Habían algunos focos de grupos en la zona sur del Camp Nou, pero lejos de la organización que demuestran en los últimos años. Sin embargo, el resurgir de esa propuesta aparece en 2016, concretamente en la era de Josep Maria Bartomeu como presidente del FC Barcelona.
Durante la temporada 2016-17, el Barça puso en marcha un espacio de animación en el estadio: la conocida Grada d’Animació. Esta iniciativa no salió de la entidad culé sino que fue la Liga quién obligó a los clubes a regular la situación de los grupos de animación. La principal diferencia es que contaron con el visto de los Mossos d’Esquadra para evitar que personas con antecedentes penales tuvieran acceso.
Curiosamente, Laporta fue el único de los candidatos de las elecciones del Barça en 2015 que se negó a firmar el documento que reclamaba esa grada de animación. Lo que demuestra que el abogado barcelonés tiene sus grandes diferencias con aquellos grupos a los que considera como un elemento de distorsión.
Crecen las tensiones
Con la vuelta de Jan a la presidencia del Barça, la relación entre las dos partes parecía estar en punto de tranquilidad. El anterior curso comenzó con el pie izquierdo, debido a la molestia de la Grada d'Animació por los pocos asientos designados en el Estadio de Montjuïc. El Barça reservaba 1.245 lugares en el Camp Nou y en el Olímpic Lluís Companys pasaron a 600 localidades.
La situación se tensó mucho más a partir de las críticas de la Grada a Laporta por las decisiones en la parcela deportiva. Desde los pobres resultados del equipo en el curso 2023-24 hasta la polémica gestión de Xavi Hernández --ratificado y despedido en tan solo un mes--- como entrenador culé, lo que provocó que empezaran a entonar el famoso "Barça sí, Laporta no" en varios partidos en casa, incluyendo la aplastante goleada (7-0) contra el Real Valladolid de esta temporada.
Punto de quiebre
La combinación de las críticas del último año y las multas que ha recibido el Barça por la Grada d'Animació han creado un explosivo cóctel que puede desencadenar que los grupos no tengan su espacio en el estadio. Tampoco ha jugado a favor de los hinchas culés el hecho de los conflictos que se han dado fuera de casa: los destrozos y los saludos nazis en campo del PSG o la bandera nazi que se vio en el recinto del AS Mónaco.
Esos casos permiten a la junta de Laporta tener suficientes motivos para apretar las tuercas en este tramo de la temporada. La advertencia ya es una realidad, por lo que ahora la Grada d'Animació se juega su lugar en Montjuïc y en el futuro Camp Nou, donde está previsto que vuelvan al lugar original que ocupaban los Boixos en su origen, el Gol Sud.