El FC Barcelona ha cerrado un mercado de fichajes más discreto de lo que dejaban entrever las palabras optimistas del presidente Joan Laporta meses atrás. El nulo margen salarial ha privado a Hansi Flick de contar con fichajes más allá de Dani Olmo y Pau Víctor, y las promesas ascendidas de la Masía. El técnico alemán repite por activa y pasiva su conformismo y satisfacción con la primera plantilla, repleta de salidas y escasa de entradas. El nuevo inquilino del Barça se ha desmarcado del inconformismo de su antecesor, Xavi Hernández, que pretendía revolucionar con bajas de peso como Robert Lewandowski o Ronald Araujo.
El exseleccionador alemán se adapta a la perfección a la austeridad y los problemas financieros de la entidad. Hasta final de año, el cuerpo técnico tendrá tiempo de analizar las carencias de la primera plantilla, susceptibles de reforzar en el mercado de invierno. En tanto, en los despachos la plana mayor del club catalán tratará de resolver la falta de Fair Play mediante un nuevo acuerdo con Nike y la entrada de inversores en Barça Studios --ahora Barça Vision--. El balón de oxígeno de la inscripción de Dani Olmo --provisionalmente hasta el 31 de diciembre-- permite aplazar los deberes y dos posibles incorporaciones prioritarias a enero de 2025: un mediocentro y un lateral derecho.
Agujero de 15 millones
El Barça sigue esclavizado por la venta del 49% de Barça Studios. Socios.com y Orpheus Media, primeros inversores de la filial audiovisual, pagaron 20 millones iniciales de los 200 kilos pactados, pero faltaron al compromiso de junio de 2023. Dicho vencimiento de 60 millones se estipulaba también en el plan de viabilidad presentado a la Liga. La institución catalana recurrió a un proceso de reventa y repartió los trozos de un pastel --sin cocinar-- con Vestigia Holdings y Libero Football Finance. La primera, sociedad chipriota, cumplió con el pago de 20 millones, mientras que la segunda incurrió en un impago de 40 millones.
De ahí que la Liga impusiera una penalización de 60 millones en la capacidad de inscripción hasta recaudar los ingresos acordados. Como ya hemos desvelado en Culemanía, los traspasos de Ousmane Dembelé y Franck Kessié restituyeron el importe adeudado por Libero. Por momentos, en 2024 el Barça consiguió generar Fair Play. Hasta un nuevo quebrantamiento de los ingresos pactados. De nuevo, en junio de 2024 no llegaron los 60 millones por la venta de la filial audiovisual y la patronal redujo otra vez los 60M de margen para inscribir.
La reciente inclusión de Aramark en el accionariado de Bridgeburg Invest saldó 25 millones pendientes. Desde que el organismo presidido por Javier Tebas impusiera un nuevo castigo, las ganancias fruto de las salidas de este mercado de verano se han destinado a cerrar el agujero de 60 kilos. Las bajas de Ilkay Gundogan, Clément Lenglet, Mika Faye, Sergiño Dest, Marc Guiu, Julián Araujo, Chadi Riad, Estanis Pedrola y Oriol Romeu han permitido reducir el lastre originado por la palanca audiovisual hasta los 15 millones. Deberes que quedan pendientes para el 31 de diciembre.
El sacrificio de Gundogan
La marcha de Ilkay Gundogan solo liberó el 70% de su salario como jugador franquicia, con un coste superior al 5% del gasto total en la plantilla deportiva inscribible. Un sacrificio que resultó en vano, puesto que no computó para la inscripción de Dani Olmo. El atasco de Barça Vision inutilizó todas las operaciones. Los alistamientos de jugadores con fichas más bajas como Pau Víctor y Marc Casadó pudieron realizarse gracias al margen salarial acumulado en la temporada 23-24 hasta el 15 de junio, fecha de la penalización.
Las inscripciones de Dani Olmo y de Iñigo Martínez fructificaron gracias al artículo 77 de la normativa de control económico de la Liga. Una excepción reglamentaria que permite emplear el 80% del sueldo de un jugador lesionado por un período superior a 4 meses en el registro de otro futbolista. En el caso del central vasco, la baja de Ronald Araujo cubre holgadamente su remuneración, por lo que tendrá vigencia hasta el final de la temporada 24-25.
Deberes para enero
No así el nuevo fichaje, pues la ficha de Andreas Christensen solo abarca la mitad del coste del refuerzo estrella. Por lo tanto, la patata caliente de la inscripción de Olmo se aplaza al 31 de diciembre, cuando se dará de baja nuevamente. ¿Cómo evitarlo? Mediante la llegada de nuevos ingresos en forma de renovación del patrocinio con Nike, con un presunto bonus signing superior a 100 millones, y/o el ingreso íntegro de los 15 millones restantes de Barça Studios.
En esos dos supuestos, el FC Barcelona regresará a la norma 1:1. Por ende, todas las salidas anteriores de jugadores dados de alta en Liga como Gundogan y Lenglet liberarán el 100% de sus fichas y/o el 80% de la cantidad ingresada por traspaso. Espacio extra para la reinscripción de Olmo y nuevos refuerzos considerados por el área deportiva.
Un lateral y un mediocentro
Por el momento, los 9 puntos de los 9 posibles en tres jornadas de Liga avalan el progreso incipiente del buque azulgrana bajo el timón de Flick. Con esto, la competición doméstica es una carrera de fondo, y en los próximos cuatro meses el cuerpo técnico explorará las limitaciones de la primera plantilla. La grave lesión de Marc Bernal en el ligamento cruzado anterior y el menisco de la rodilla izquierda ya precisaba de un fichaje de emergencia en el doble pivote.
No pudo ser, pues la dura realidad de los despachos bloqueó completamente el mercado de fichajes azulgrana. Los regresos de los lesionados Gavi y Frenkie de Jong y el rendimiento de Marc Casadó y Éric García como alternativas en el doble pivote determinarán la necesidad real de otro mediocentro en el mercado de invierno.
En los carriles, el equipo azulgrana tampoco incorporó ningún efectivo durante la ventana de traspasos. Ni Joao Cancelo ni Marc Pubill. Jules Koundé y Héctor Fort rotarán por banda derecha, aunque el zaguero francés monopoliza los minutos hasta la fecha. Alejandro Balde y Gerard Martín comparten el flanco izquierdo. El tiempo --los próximos cuatro meses-- dirá si el defensor galo se basta solo en su demarcación o necesita más competencia que la promesa de 18 años.
Nico puede esperar
Necesidades secundarias --sobre todo, en economía de guerra-- son refuerzos para posiciones ya cubiertas. Raphinha y Dani Olmo pueden partir indistintamente por la izquierda, aunque el Barça insistió en el fichaje de Nico Williams hasta la extenuación en el último mercado. La llegada del buque insignia del Athletic Club se aplaza al período estival de 2025. A lo sumo, si sobrase Fair Play, se podría incorporar un hombre de banda cedido como parche o un agente libre como Anthony Martial.
En última instancia, la posible contratación de un central como Jonathan Tah, petición de Flick. El zaguero alemán concluye contrato con el Bayer Leverkusen en junio de 2025. La llegada del defensor de 28 años solo se contemplaría en el supuesto de que Éric García hiciera las maletas de vuelta a Montilivi. En cualquier caso, la firma del pupilo de Xabi Alonso se cocería a fuego lento para que llegase a coste cero.
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