Nike no acudirá al rescate del Barça: la última solución de Laporta para fichar antes del viernes

El FC Barcelona ha salvado milagrosamente la inscripción de Dani Olmo, fruto de la lesión de Andreas Christensen. El artículo 77 de la normativa de control económico de la Liga ha acudido al rescate del club azulgrana nuevamente. El fichaje estrella estará disponible para el Rayo Vallecano. Y no gracias a Nike. Ni Barça Studios. La excepción que la temporada pasada permitió inscribir a Vitor Roque y este curso a Iñigo Martínez ha vuelto a resultar decisiva. La única posibilidad de sellar más fichajes antes del cierre de mercado pasa por un aval de la junta directiva.

La ventana de traspasos veraniega bajará la persiana este viernes 30 de agosto. Y Nike no será la solución. Tanto fuentes del Barça como de la Liga aseguran a Culemanía que la renovación del patrocinio de la multinacional estadounidense no está cerrada. La patronal no ha recibido ningún documento sobre un presunto acuerdo con el main sponsor de la entidad. La ampliación de contrato va para largo, por lo que no habrá remedio sobre la campana. Es más, la inscripción in extremis de Dani Olmo se recibe como un balón de oxígeno en la institución presidida por Joan Laporta. El nuevo deadline marcado por el Barça para alcanzar la norma 1-1 de la Liga es el 31 de diciembre.

31 de diciembre: fecha límite

El último día de 2024 caducará la inscripción de Dani Olmo, puesto que el 80% del salario de Christensen solo cubre la mitad del coste del mediapunta. El problema actual se posterga hasta el mes de enero, pero con la oportunidad de realizar los deberes económicos de Nike y Bridgeburg Invest.

La Liga mantiene una penalización de 60 millones de capacidad de inscripción desde que el club incumplió el plazo de ingreso de 60 kilos por Barça Studios el 15 de junio. Aramark entró en el accionariado y abonó 25 millones. Esta inyección, sumada al dinero liberado por salidas de jugadores y traspasos, reduce el agujero a 15 millones pendientes.

En el hipotético caso de resolver ambas operaciones, la institución catalana se situaría en la norma 1-1. Todas las salidas pasadas de Ilkay Gundogan, Clément Lenglet y compañía liberarían espacio salarial extra al computar por el 100%. Hasta la fecha, solo habían generado el 60% de margen salarial, bajo la restricción de la Liga. El 70% en el caso del volante alemán, ya que se trata de un jugador franquicia cuyo coste supera el 5% del coste total de la plantilla inscribible.

El aval, única vía

El nuevo acuerdo con Nike no se resolverá a corto plazo. El club confía en tenerlo resuelto, por escrito y firmado antes de que acabe el año. Aun así, hasta 2026, el contrato actual con su principal patrocinador impide al Barça negociar con otras marcas. A partir de 2026, la marca de ropa deportiva tendrá derecho de tanteo sobre cualquier oferta de otras multinacionales interesadas. El gigante de Oregón no tiene prisa en modificar el actual vínculo, con vencimiento en 2028. Ya se impuso en los tribunales por rescisión injustificada del vínculo por parte del club azulgrana.

Aun así, el signing bonus de 100 millones no llegará antes del viernes. El FC Barcelona también descarta más salidas, porque solo se podría aprovechar el 60% de espacio salarial liberado y el 20% del ingreso por traspaso. Así las cosas, el aval se presenta como la única solución realista para realizar fichajes, aunque igualmente improbable. En 2023, una garantía bancaria de 12 millones presentada por la junta directiva --6 millones avalados y otros 6 en pagaré-- permitió inscribir a Ilkay Gundogan.

Tras retirar recientemente el último aval, un nuevo sacrificio de patrimonio provocaría un terremoto entre los altos mandos de la entidad. Esta vez, la cantidad aportada tendría que oscilar entre 20 y 30 millones de euros para salvar el 1-1. El director del área de fútbol, Deco —que cumple años este martes y espera una victoria del Barça en Vallecas como regalo— trata de fichar un extremo izquierdo y un lateral derecho sin margen de maniobra. Solo un esfuerzo titánico de la directiva de Laporta daría una última alegría al barcelonismo. Y no está el horno para bollos.