La tranquilidad es antónima de FC Barcelona. La inestabilidad institucional, deportiva y económica agita al Barça como si dos placas tectónicas colisionaran bajo Arístides Maillol semana sí, semana también. La conquista de la Champions League de balonmano y los avances en las negociaciones con Nike parecían dar tregua al presidente Joan Laporta. Sin embargo, el máximo dirigente del club azulgrana ha sufrido una nueva fuga de peso en el organigrama ejecutivo: Xavier Budó. La lista de altos cargos económicos y deportivos que abandonan la institución alcanza los 21 nombres.
El director del área de deportes y responsable del Centro de Excelencia Deportiva presentó su dimisión el pasado jueves 6 de junio. Según las primeras informaciones, el dirigente de las secciones estaba descontento con su limitada capacidad de decisión y gestión en el club. Así lo había transmitido con anterioridad, pues no sentía el respaldo de la plana mayor para poder implementar las mejoras requeridas. La renuncia no ha sorprendido en la entidad.
Primera fuga antes de empezar
A las primeras de cambio, cuando ni siquiera había tomado posesión de su cargo, una de las cabezas de cartel de Joan Laporta dijo adiós. En marzo de 2021, seis días después de que la candidatura Estimem el Barça se impusiera en las elecciones presidenciales, Jaume Giró se desvinculó. No llegó a ejercer como vicepresidente económico pese a haber formado parte de la campaña electoral. El Barça aludió a motivos familiares para justificar su salida.
Sin embargo, dos meses más tarde asumió la Conselleria d'Economia del Govern de Catalunya. Lo cierto es que Giró saltó del barco antes de que el agua le llegara al cuello. Desde el principio discrepó con la confección de un aval en el que algunos directivos ni siquiera participaban. Además, más de la mitad de los 124 millones de garantía bancaria procedían de fuentes ajenas a la nueva junta.
Ferran Reverter, CEO sin sustituto
La baja más sensible en la estructura ejecutiva fue su máximo exponente: Ferran Reverter. El director ejecutivo no duró ni siquiera un año en Can Barça. Tampoco trascendieron oficialmente los motivos de su renuncia, pero es vox populi que se oponía a la política del departamento de Recursos Humanos. No se contrataba personal con la suficiente profesionalidad acreditada.
No obstante, no fue hasta la firma del acuerdo con Spotify en Barcelona que el CEO dijo basta. Y es que la cúpula ejecutiva del club selló el acuerdo con el main partner a espaldas de Reverter. El exconsejero delegado de Mediar Market Iberia se encontraba en Miami, en plenas negociaciones para financiar las obras del Espai Barça. Así, puso su cargo a disposición en febrero de 2022. Unas funciones de importancia trascendental que el mismo Laporta asumió junto al tesorero Ferran Olivé con tal de ahorrar gastos.
Bajas en las Comisiones
Pero Reverter y Giró solo fueron visionarios que ya vaticinaban un rumbo errático precipitado por las decisiones equivocadas. Les siguieron una veintena de cargos institucionales por razones varias. En la Comisión Económica, Jaume Guardiola, abandonó su cargo en julio de 2022 tras vencer en los comicios presidenciales del Círculo de Economía.
El que fuera banquero en el Sabadell durante 20 años ya había avisado antes de las elecciones que en caso de salir victorioso se marcharía. Precisamente, en el Cercle sucedió a Javier Faus, exvicepresidente económico del FC Barcelona y candidato probable en la carrera electoral de 2026.
El goteo de dimisiones también afectó la Comisión del Espai Barça, de la que partieron Jaume Llopis y José Elías. El primero, especialmente crítico con la gestión de Laporta y su junta directiva, hizo las maletas en agosto de 2021, tras la marcha traumática de Leo Messi. El segundo, propietario de Audax Renovables, había avalado a Jan con 40 millones de euros en aras de que el abogado catalán pudiera tomar posesión de la presidencia. Con esto, el avalista quedó insatisfecho con las funciones consultivas de la Comisión.
El éxodo del Espai Barça
Para reflexionar también la sangría en el timonel del Espai Barça: 4 dimisiones. Renuncias precedidas por el despido inicial de Bill Mannarelli, máximo responsable ejecutivo de las obras bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu. El proyecto faraónico se llevó por delante a Ramón Ramírez en junio de 2022, hastiado por las injerencias de Joan Sentelles, amigo de Laporta.
Àlex Barbany, exdirector de ingresos, cogió un relevo ejercido hasta su dimisión en septiembre de 2023. Mismo desenlace que había escogido Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça hasta enero de 2023. Cinco meses más tarde, en junio, abandonó definitivamente la junta. Por último --en lo referente al Espai Barça--, Maribel Meléndez se retiró de la dirección corporativa en febrero de 2024. Aunque eludió la polémica y achacó su marcha a motivos personales, dos semanas más tarde ya desempeñaba el mismo cargo en la inmobiliaria Renta Corporación.
Adiós de Romeu y sin vicepresidente económico
Laporta se quedó sin la responsable de sellar una financiación astronómica de 1.450 millones para el Espai Barça. Pero lo peor no había pasado. Un mes más tarde, el máximo mandatario de la entidad afrontó la despedida de otra persona de confianza: Eduard Romeu.
El vicepresidente económico, anunció su dimisión en una rueda de prensa dramatizada con las clásicas lágrimas del president. La incompatibilidad de funciones entre el nuevo proyecto empresarial del ejecutivo y sus obligaciones en la junta directiva desembocó en la separación. Una vez más, la entidad descartó incorporar a un sustituto para la vacante del responsable financiero.
Herencia de Bartomeu
Cuando Joan Laporta y su nueva junta directiva aterrizaron en las oficinas de Arístides Maillol, quisieron reducir el legado de Josep Maria Bartomeu prácticamente a cenizas --a excepción del negocio de BLM--. Por ello, despidieron a la gran mayoría de altos cargos.
En contraste, otros le dieron la espalda al presidente tras consumarse el traspaso de poderes. Jordi Camps, director comercial, y Enric Llopart, jefe del área digital, renunciaron a sus cargos a mediados de 2021. Ambos contaban con contrastadas trayectorias en el club bajo el mandato de Bartomeu. Mismo camino siguió Raúl Cabrera, exdirector de ventas del Estadio, Tour, Hospitality y Ticketing.
El área deportiva
En términos similares se marchó Ramon Planes de la secretaría técnica. El descubridor de Pedri, Ronald Araujo y otros talentos que han echado raíces en Can Barça dimitió tras anunciarse la contratación de Xavi Hernández, en noviembre de 2021. Después de ejercer como director deportivo en el Betis, firmó por el Al-Ittihad de Arabia Saudí.
El ejecutivo ilerdense se llevó consigo a Franc Carbó, jefe de gestión del área deportiva del Barça hasta enero de 2024. Deco perdió al especialista en Fair Play financiero de la Liga en el club azulgrana, que no es baladí.
Jordi Cruyff, asesor de Planes y posteriormente secretario técnico con Mateu Alemany, declinó renovar su contrato y se marchó en mayo de 2023. Tan solo unos meses más tarde le siguió Mateu Alemany. Con esto, a diferencia de su excompañero en el área de fútbol, el ejecutivo balear sufrió un despido. Deco aglutinó las funciones de la dirección deportiva, asesorado por Bojan Krkic.
Las secciones y el fútbol base
Ni siquiera las secciones se libran de la quema. Markel Zubizarreta, el arquitecto de un Barça Femenino hegemónico, renunció al puesto de director deportivo. El hijo del mítico Andoni fichó por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en verano de 2023 para desempeñar las mismas funciones ligado al fútbol femenino.
Jonatan Giráldez, el genio gallego que dirige al vigente campeón de Champions League, próximamente desembarcará en el Washington Spirit de la WNSL estadounidense. En el fútbol sala, Jesús Velasco también ha rechazado la renovación propuesta por el club. A falta de confirmación oficial, todo apunta a que el entrenador toledano firmará por la selección española de futsal.
Más triste fue la salida de Mike Puig. El exdirector de la Masía fue destituido del fútbol base en agosto de 2023 y reubicado posteriormente a la gestión del Fundació Barça Genuine. Finalmente, en febrero de 2024 tomó la determinación de marcharse de la entidad.
La lluvia no afloja
Transcurren las semanas, meses y años del segundo mandato de Laporta y la figura del president se debilita progresivamente. Aunque los logros deportivos de las secciones mantienen el orgullo del club polideportivo en lo alto, las apuestas fallidas del fútbol y el baloncesto han pasado factura al máximo dirigente.
A todos los niveles, por unos motivos u otros, la institución se desangra y pierde talento. El máximo mandatario pierde adeptos entre el barcelonismo y apoyos en el organigrama ejecutivo. Por delante, todavía dos años de mandato no aptos para cardíacos.
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