Kylian Mbappé será jugador del Real Madrid en cuestión de días. El club blanco anunciará el fichaje del astro francés toda vez haya disputado la final de la Champions League, el próximo sábado 1 de junio. El delantero ha conseguido escapar de la cárcel dorada del Paris Saint-Germain. Sin embargo, no le ha salido tan barata su salida del Parque de los Príncipes como suponía inicialmente. Y es que el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, se ha guardado un as en la manga que ha atascado las negociaciones para la desvinculación definitiva del jugador.
Toda renovación astronómica entraña sus riesgos, y Mbappé los ha experimentado en primera persona. La entidad gala y su máximo exponente sobre el campo sellaron un acuerdo faraónico en mayo de 2022 en aras de mitigar un primer amago de fuga rumbo al Santiago Bernabéu. El acuerdo recogía un bonus de fidelidad a razón de 80 millones de euros por cada mercado de traspasos que el 7 parisino permaneciera en la capital francesa desde enero de 2023 hasta el cumplimiento de su nuevo contrato. En total, 240 kilos. Lo cierto es que Kylian no ha faltado a dicho compromiso.
Sin prima de 80 millones
No obstante, en febrero de 2024, cuando debía percibir el tercer y último bonus de fidelidad contemplado en el acuerdo, el crack de 25 años comunicó que abandonaría la entidad a final de temporada como agente libre. Fue entonces cuando la institución se tomó la libertad de retenerle la retribución extra, al considerar que debían obtener un rédito de su salida. Tampoco se le abonó la nómina de abril de 2024.
De ahí que el futbolista, a través de sus abogados reclamara, al menos, la mensualidad restante según informa el diario L'Équipe. Por el momento, ambas partes se han lanzado mensajes conciliadores. Mbappé incluyó al máximo dirigente de la institución en sus agradecimientos al recibir el premio como mejor jugador de la Ligue 1.
Del mismo modo, Al-Khelaifi le devolvió los elogios en la gala de los European Globe Soccer Awards: "Le deseo lo mejor. Hizo cosas excepcionales por nosotros durante siete años". Una vez enterrada el hacha de guerra resta lo más complicado: limar asperezas en los despachos con tantos millones en juego.
Los fantasmas de Neymar
Por el momento, el desencuentro no se ha trasladado a los tribunales, pero evoca las complicaciones procedentes de la abrupta salida de Neymar Jr del FC Barcelona. Precisamente, un clausulazo insólito de 222 millones practicado por el PSG se llevó al delantero brasileño al Parque de los Príncipes en 2017. Tan solo un año antes, Ney había firmado una extension contractual conforme la cual debía embolsarse un total de 64,4 millones en concepto de singing bonus. Antes de julio de 2016 le transfirieron 20,75 millones del primer vencimiento.
Pero la estrella de la selección brasileña jamás llegó a percibir los 43,65 millones restantes, correspondientes a un vencimiento del 31 de julio de 2017. Es más, unos días después de consumar su fuga a París ese mismo agosto, el Barça emitió una demanda en la que exigía el reintegro de los 20,75 kilos abonados anteriormente. La guerra legal tomó forma cuando el 10 de la canarinha respondió con una reclamación del segundo abonamiento pendiente de la prima.
Cuatro demandas entre Barça y Neymar
La junta directiva de Josep Maria Bartomeu se anotó una primera victoria en el litigio en junio de 2020, cuando la justicia obligó a Ney a reembolsar 6,7 millones del primer bonus cobrado. No conforme con ello, el futbolista interpuso un recurso impugnado posteriormente por la entidad barcelonista. El magistrado consideró que el extremo había "extinguido ante tempus su contrato de trabajo sin causa justificada". Por lo tanto, le negó la cantidad objeto de disputa.
Nuevos asaltos tuvieron lugar en diciembre de 2019, fecha de una nueva reclamación del futbolista sobre los 3,5 millones de finiquito. Por su parte, la institución catalana no se quedó atrás. La dirigencia azulgrana solicitó en noviembre de 2020 la devolución de 10 millones de sueldo abonado tras haber aplicado incorrectamente las retenciones fiscales. Por el lado del club, le reclamaban un total de 16,7 millones entre la cifra ya impuesta por los tribunales y la última demanda. En contraposición, Neymar exigía unos 53 millones, es decir, el resto del plus de renovación, más el finiquito y 6,5 millones por daños y perjuicios.
Laporta perdonó 6,7 millones
Finalmente, la nueva junta de Joan Laporta alcanzó un acuerdo extrajudicial con el futbolista en julio de 2021, como anunció el FC Barcelona en un comunicado. El pacto amistoso sentenció el fuego cruzado de cuatro demandas, tres laborales y una civil. Ambas partes renunciaron a sus pretensiones, por lo que la institución de la capital catalana perdonó 6,7 millones con tal de esquivar una posible deuda inasumible de 6,5 millones con las arcas en la ruina absoluta.
Los otros 10 millones solicitados desde Can Barça no se pudieron reclamar, en palabras del propio Jan, porque "esta demanda civil tiene que ir a la jurisdicción laboral donde estaba prescrita". Por ende, consideraron más rentable enterrar el hacha de guerra que exponerse a un nuevo pago. El carpetazo definitivo tras cuatro años de contienda judicial ahorró un nuevo dolor de cabeza al sucesor de Bartomeu, que ya de por sí tenía numerosos frentes económicos abiertos en la entidad.
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