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Qatar tiene al FC Barcelona entre ceja y ceja. No de ahora, esta historia viene de muy lejos. Ocho años, concretamente. Es tanto el rencor que caracteriza a la cultura del país de Oriente Medio --al menos en sus altas esferas-- que, casi una década después sigue latente ese afán destructivo contra el Barça. Lo que ahora continúa con el fichaje de Dembelé por el París Saint-Germain, empezó hace mucho tiempo, tras unas negociaciones producidas en 2015, después de ganar el triplete coronado con la Champions de Berlín, que no terminaron en buen puerto. 

El origen de esta guerra abierta entre el FC Barcelona y el PSG se vincula directamente al país desde donde se dirige este club Estado. El FC Barcelona, presidido a la sazón por Josep Maria Bartomeu, había cerrado un acuerdo para renovar el patrocinio de Qatar Airways, que figuraba en la parte frontal de la camiseta azulgrana. Javier Faus, entonces vicepresidente económico de la entidad, había sido el gran artífice de la concordia inicial. 

El origen de la ruptura 

Fue entonces cuando, tras conseguir el Barça en Berlín su quinta -y última- Champions League y, por lo tanto, el segundo triplete de la historia de la entidad, Bartomeu fue reelegido como presidente. Faus aprovechó la contienda electoral para abandonar la directiva y el club consideró conveniente renegociar al alza unas prestaciones económicas del patrocinio que ya se habían pactado verbalmente. De esta manera, el FC Barcelona aumentó su petición hasta los 60 millones para convertirse en el equipo que más dinero ingresaba por el sponsor de la camiseta.

Bartomeu y Nasser Al-Khelaifi en un Barça-PSG / EFE

Lejos de llegar a un nuevo acuerdo, los dirigentes cataríes se rebotaron hasta tal punto, que decidieron romper cualquier tipo de vínculo con el Barça. Bartomeu y su vicepresidente a la sazón, Manel Arroyo, viajaron Qatar para reconducir la situación, pero regresaron con las manos vacías. Los cataríes interpretaron lo ocurrido como una traición y decidieron de manera unilateral no sentarse a negociar. 

La humillación histórica

El gol de Sergi Roberto --del que, según muchos culés, aún bebe el jugador-- aquel 8 de marzo de 2017, selló la remontada épica contra el PSG. Como si el dominio deportivo del Barça sobre el equipo parisino no fuera suficiente, este tanto elevó las apuestas. Era la tercera -y más gorda- ocasión consecutiva en que los culés echaban a los franceses de una competición que aún no figura en su palmarés: la Champions League.

Gol Sergi Roberto al PSG EFE

Como si de un trauma se tratase, en Qatar aún no se han recuperado de lo vivido aquella noche en el Camp Nou. Tras esto, se desató una batalla de la que el Barça no ha salido precisamente como ganador. Parece que el club azulgrana encontró su kriptonita en esta guerra. 

Verrati y Neymar

En el verano de ese mismo año, el Barça se obsesionó con un fichaje para su centro del campo. Marco Verrati era el elegido de la directiva azulgrana para sustituir a  un Xavi recientemente retirado. La predisposición del italiano fue absoluta, pero el club francés se cerró en banda y, una vez más, en Qatar se volvieron a enfadar por el intenso acercamiento que el Barça había realizado hacia el jugador. 

Neymar Jr con Nasser Al Khelaifi en su presentación con el PSG EFE

Como venganza y muestra de la superioridad económica que tienen los clubes estado, el 3 de agosto de 2017, el club galo abonó la cláusula de Neymar y la estrella brasileña -en el prime de su carrera- dejó el FC Barcelona y 222 millones en las arcas del club.

Nada dolió más que el adiós de Messi

El adiós de Leo Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol, fue más duro si cabe para los culés al conocer cuál sería su nuevo equipo. Los días de luto y decepción aumentaron al ver como el crack argentino se vestía con los colores de uno de los equipos que más daño había hecho al Barça en los últimos años. El aficionado azulgrana, incluso, aún no se ha recuperado de este revés. Y eso que el catálogo de desventuras es amplio y variado. 

Leo Messi, durante su último partido con el Paris Saint-Germain / EFE

Por si esto no era suficiente, el campeón francés, con su presidente Nasser Al-Khelaïfi a la cabeza, aboga ahora, junto con la UEFA, por la defensa del fútbol tradicional y humilde, en contraposición a los diablos creadores de la Superliga, por la que el Barça ya paga consecuencias. 

La antesala del fichaje de Dembelé

En este nuevo episodio, del que nada hace pensar que la serie no tendrá más temporadas, el Barça perderá a uno de sus jugadores capitales, el preferido de Xavi, Ousmane Dembelé. Y aunque la cláusula actual es de 100 millones, no se espera que el Barça ingrese más de 35/40 millones, según ha podido saber Culemanía

Kessié y Dembelé, en el banquillo del Barça durante el amistoso contra el Milan REDES

La venta de Dembelé rartificará la debilidad del FC Barcelona en el mercado de fichajes frente a un PSG con dinero ilimitado y un sospechoso cumplimiento del Fair Play financiero, que cuenta con el beneplacito -y, por tanto, la inmunidad- de la UEFA de Alexander Ceferín. 

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