El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, rechaza terminantemente cualquier otro tipo de sociedad que no sea una asociación deportiva. A lo largo de su segundo mandato en el Barça, el máximo mandatario ha negado setenta veces siete todo atisbo de cambio de propiedad. Es más, este 2024, la junta deportiva de la entidad blindará el modelo de gobernanza mediante la reforma de los estatutos, a petición de varios grupos de opinión, según hemos podido confirmar en Culemanía.
Elena Fort, vicepresidenta institucional, encabeza la modificación estatutaria. La voluntad proviene de la enmienda redactada en 2022 --contiene más de 120 propuestas-- enviada al club por los colectivos El Senyor Ramon, Dignitat Blaugrana, Compromisario FCB, Seguiment FCB y Un Crit Valent. Entre dichas ideas destaca el deseo de que se mantengan los precios de los abonos de temporada para el regreso al Camp Nou.
Tendiendo puentes
Las mismas asociaciones se reunieron con Laporta y la propia vicepresidenta en febrero de 2024. Los dirigentes de la entidad se comprometieron a reformar la normativa en pro de un "sistema de Asamblea mucho más participativo", según explicaron fuentes de la reunión a Culemanía. Desde la plana mayor barcelonista también manifestaron su voluntad de "ser más transparentes".
Y es que Jaume Llopis, exmiembro de la Comisión del Espai Barça, había enviado un burofax contra Laporta a mediados de 2023. El escrito contaba con el respaldo de las entidades Seguiment FCB y Un Crit Valent. Los socios en cuestión no habían recibido respuesta del FC Barcelona cuando le exigieron al club transparencia por la subida de la financiación del Espai Barça.
El artículo 85
Dos años después de recibir las sugerencias de los socios, teóricos dueños del club, la dirigencia tomará la primera medida contundente. La legislación actual, aprobada en octubre de 2021 por la institución, permite que el 75% de los socios compromisarios que formen parte de una asamblea den el visto bueno a un cambio de propiedad.
El artículo 85 del escrito estatutario, llamado Transformación, dice lo siguiente: "La transformación del club en sociedad anónima deportiva o en cualquier otra forma societaria o deportiva diferente a la actual, o de cualquiera de las secciones con equipos que participen en competiciones deportivas de carácter profesional, previa la segregación de las mismas en este último caso, exigirá el acuerdo de la Asamblea General adoptado con el voto favorable de las tres cuartas partes de los socios compromisarios asistentes que representen, como mínimo, la mayoría del total de los socios compromisarios".
Votación solo en caso extremo
La novedad reside en los planes próximos de matizar el artículo referente al modelo de propiedad. La nueva legislación velará por la preservación de la gobernanza social con enmiendas al artículo 85. A lo sumo, si se tuviera que poner sobre la mesa un escenario hipotético de Sociedad Anónima Deportiva (SAD), la gran mayoría de los socios formarían parte de la votación como en un contexto de elecciones presidenciales. Y es que ni 1.000 personas alcanzó la votación con mayor participacion en la última asamblea de compromisarios telemática, de octubre de 2023.
No obstante, la modificación de los estatutos todavía se encuentra en fase de deliberación. El feedback debe regresar a los socios con una propuesta sólida. Serán ellos los encargados de validar o rechazar la fórmula planteada por el FC Barcelona. Por lo tanto, este proceso bidireccional no tendrá efecto inmediato.
Alternativas poco probables
Tampoco cerrará el debate perpetuo del barcelonismo en época de vacas flacas. No son pocas las personalidades que abogan por un cambio de propiedad, tanto a modo de SAD como un modelo de gobernanza mixto. Sin ir más lejos, Jaume Roures, amigo íntimo del abogado catalán y avalista sine qua non para el regreso de Jan a la presidencia, defiende públicamente seguir los pasos del Bayern de Múnich y el Manchester United, y así desprenderse de un porcentaje del club en aras de saldar las deudas.
"Ahora que el Manchester United está en venta y se habla de 5 o 6.000 millones, el FC Barcelona puede valer 4.000 ó 5.000. Y, si vendes el 25%, arreglarías las cosas con 1.500 millones que entrarían de ese 25%", afirmó el cofundador de Mediapro en una entrevista. Con esto, si bien Laporta reconoce que "es muy amigo mío", también asegura que "yo no estoy en esa línea".
Para el máximo mandatario de la entidad, "si les damos parte de la propiedad a sponsors priorizarán los intereses de su empresa". La actual junta directiva no compra de ninguna manera los argumentos de una transformación. Por ende, salvo viraje de los acontecimientos, "los socios y socias del Barça serán los propietarios del club mientras yo sea presidente".
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