Laporta y Al-Khelaifi, citados para cenar juntos en un restaurante con Estrella Michelin

No se llama Karl, ni Groucho, pero se apellida Marx y ha decidido marcar tendencia en la siempre exquisita cocina francesa. Allí no son de croquetas como lo somos en España, aunque pocos conocen que fueron los franceses quienes las inventaron para amortizar el aprovechamiento de sobras. En el restaurante Onor de Thierry Marx, galardonado con una Estrella Michelin, apuestan por platos mucho más sofisticados. Una exuberante noticia para un Joan Laporta cuya pasión por la gastronomía está fuera de cualquier atisbo de duda. 

El restaurente Onor de París albergará el encuentro entre las juntas directivas del París Saint-Germain y el FC Barcelona. Una elección de Nasser Al-Khelaifi para satisfacer a su homólogo en el Barça, cuya relación es considerablemente mejor de la que mantuvo con el anterior presidente azulgrana, Josep María Bartomeu. Pero no será la clásica comida que se suele celebrar el mismo día del partido, sino que ambos presidentes y sus personas de estricta confianza se han citado para cenar este martes. 

Menú de 90 a 167 euros 

La propuesta gastronómica de Onor es de alto copete. Puede salir muy caro cenar allí, aunque mantienen un menú relativamente asequible por 90 euros. Eso sí, la selección de tres vinos va a aprte y cuesta otros 65 euros. El menú incluye canapés o entrantes de bienvenida para comenzar y un risotto de soja con ostras de Cadoret y una mousse de champiñones. Para continuar, se puede elegir entre su pétalo de dorada, con rábanos, huevas de trucha y esencia de manzana, un confit de corazón de trucha con espárragos blancos, berros y clementinas, su Ravioli de brazos cruzados que lleva cangrejo, mantequilla batida con sidra y caviar de limón, o una remolacha con granadas y hoja de primavera. De segundos --o tercero, según se mire--, las famosas vieiras Saint-Jaques con raviolis de nabo y mermelada de naranja o la chuleta de cerdo con milhojas de patata, piquillos y dátiles. Antes del postre, ofrecen un surtido de quesos que requiere un suplemento de 12 euros. Le sigue un digestivo previo al primer postre, a elegir entre el souflé de merengue con un laminado de Kuing-amann de la Bretaña y crema de vainilla o una dulzura de clementina con emulsión marrón, crujiente de castañas y esencia de eneldo. El postre final es una tartaleta de chocolate. 

El partido de cuartos de final entre PSG y Barça marcará una cena donde Laporta espera degustar maravillosas sorpresas de la nouvelle cuisine, el arte de la cocina ligera, sofisticada y exquisita que premia la presentación tanto o más que el sabor. Más allá de las tensiones por llevarse la victoria, con unos precedentes recientes positivos y negativos para ambos bandos, el principal punto de fricción será las diferencias en torno a la Superliga. Laporta es uno de los principales impulsores, tras Florentino Pérez, mientras que Al-Khelaifi es de los detractores más vehementes.

Una agradable velada 

Pero no todo son desencuentros entre ambos presidentes, si no costaría más de entender la agradable velada que han diseñado para el martes por la noche. Las visitas de Laporta a Qatar, su voluntad de abrir nuevas vías de negocio e ingresos al club y la admiración pasada de los dueños del PSG por el Barça hacen pensar que de esa cena podrían surgir sinergias e, incluso, alguna alianza comercial. 

Al-Khelaifi, que acabó muy mal con Bartomeu, ya coincidió con Laporta en los octavos de final de 2021. El Barça hizo un papel decente en París (1-1), aunque no pudo remontar una eliminatoria que venía marcada por una exhibición de Mbappé en el Camp Nou (1-4), con hat-trick incluido. Entonces se pudo ver que la relación entre el actual presidente del Barça y el máximo mandatario del PSG no era tan mala. ¿Tendrá que ver en ello lo que dicen las malas lenguas sobre la colaboración con Pini Zahavi, íntimo de Laporta, para sacar a Neymar del Barça y llevarlo a París en 2017?