Laporta se cargó el área de metodología que formó a Gavi, Lamine Yamal o Pau Cubarsí

Xavier Vilajoana, exdirectivo del FC Barcelona responsable del filial, el fútbol formativo y el femenino, fundó el área de metodología del club en 2017. El mito del Barça Paco Seirul·lo dirigió durante sus últimos años en la entidad un departamento destinado a moldear a todos los futbolistas del fútbol base en la Masía bajo los mandamientos del denominado ADN Barça. El descubrimiento de diamantes tales como Gavi, Alejandro Balde, Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Marc Guiu, Héctor Fort, Fermín López y cía no se comprende sin el trabajo de orfebrería de esta estructura.

Sin embargo, en 2022, el departamento de metodología pasó a mejor vida. La nueva directiva de Joan Laporta purgó el departamento de metodología tan pronto como el abogado catalán regresó a la presidencia de la institución en 2021. Un año más tarde, en 2022, Seirul·lo hizo las maletas ante el desinterés de los nuevos dirigentes. "Vi que no había mucho interés y les propuse que me dijeran lo que querían. Y lo que querían era que me fuera, así lo interpreté", relató el mítico preparador físico en una entrevista con Culemanía.

Víctima de los recortes

El paragüas bajo el que Paco Seirul·lo "predicaba la palabra de Dios", como un extrabajador del club en la Masía definió la labor del exjefe del área de metodología, voló en mil pedazos de la noche a la mañana. Los motivos económicos y el cambio de rumbo en la planificación deportiva dinamitaron otra de las obras de la directiva de Josep Maria Bartomeu.

Isaac Guerrero (primero izquierda) y el resto de integrantes del área de metodología en la Masía REDES

Y eso que el coste total del departamento en cuestión, como ha podido saber este diario, oscilaba entre los 250.000 y 300.000 euros. Este coste se anotaba dentro de las partidas presupuestadas para el fútbol base, que este ejercicio económico 23-24, tras un recorte de 4,6 millones, han decrecido hasta los 25,7 millones.

"Un error monumental"

En palabras a este medio, Xavi Vilajoana ha compartido su preocupación por "una estructura vital", cuya abolición es un "error monumental". Posteriormente, también se separó el fútbol femenino del masculino y se adhirió al resto de secciones. Otra "equivocación colosal". Y es que la sección más triunfal del club en la actualidad "no basa tanto su éxito en el físico como en el juego".

Alexia Putellas levanta el trofeo de la Champions League femenina FCB

En esa misma línea se expresó Isaac Guerrero, otrora director adjunto de aquella unidad, que aseguró en una entrevista con RAC 1 que "el futuro del Barça está en peligro sin el área de metodología. Es como si no hubiera cocina en el Bulli".

Una Masía uniforme

Pero, ¿de qué se encargaba exactamente el área de metodología? ¿Qué importancia adquirió en la explosión futura de talentos prematuros en el primer equipo? Como explica el exdirectivo a este diario, "se establecía un plan de actuación para cada etapa/edad deportiva de los jugadores de la Masía. Formaban a las promesas para cuando los requirieran en el primer equipo".

Paco Seirul·lo, exresponsable de metodología del fútbol base FCB

Este plan de acción contenía "todas las tareas que se tienen que practicar en el modelo de funcionamiento del Barça". El área de metodología abarcaba tanto fútbol masculino como femenino y formativo. Además de estas premisas de trabajo, se realizaba un "seguimiento a los entrenadores para que entrenasen lo que debían y se pedían informes de los jugadores". Cada equipo de la base carburaba en sincronía con el resto dentro del engranaje llamado la Masía.

Isaac Guerrero, exmiembro del área de metodología de la Masía FCB

Paco Seirul·lo e Isaac Guerrero, director adjunto de metodología, encabezaban la estructura de aprendizaje del ADN Barça junto a Marc Quintana, Xavi Damunt, Jordi Fernández e Iban Cuadrado. Al final de cada temporada, Vilajoana recuerda que "realizaban un informe de cada etapa --juvenil, cadete, etc--, sobre la mejora individual de los jugadores". En los equipos más primerizos como benjamines y alevines incluso "se hacía seguimiento de minutaje", es decir, los "minutos repartidos entre los jugadores".

Los perfiles de potencialidad

Dentro de cada camada, aquellos talentos más diferenciales recibían la designación de "perfiles de potencialidad". Se procuraba que "si teníamos un jugador muy bueno en un juvenil o filial, evitar fichajes que taponaran su progresión". En todo caso, incorporar futbolistas "cedidos para que el talento que venía en la línea de sucesión terminase de madurar".

En ese proceso de cocción de las futuras estrellas todos remaban hacia una misma dirección, indicada por las directrices del área de metodología. Guerrero desgranó en RAC 1 las claves del extinto "proyecto de potencialidad": "Cogimos el ADN Barça, los comportamientos por cada una de las posiciones de los jugadores y qué hacían en relación a estos comportamientos. Y lo que no hacían, cómo podían llegarlo a hacer en los próximos tres años. Era una forma de protegerlos también". 

La 'otra' herencia

Esos perfiles de potencialidad, como recalca Xavi Vilajoana, son los pilares del futuro de los equipos entrenados por Xavi Hernández y Jonatan Giráldez: "Los chicos y chicas que salen de la base ahora, es herencia nuestra. Viene de la faena que se estaba haciendo antes".

Lamine Yamal y Pau Cubarsí, en la concentración de la selección española SELECCIÓN ESPAÑOLA

Con los datos en mano, lo cierto es que Gavi aterrizó en Can Barça en 2015, con 11 años, y experimentó su proceso de crecimiento futbolístico durante la etapa de mayor esplendor del área de metodología. También Fermín López, fichado en 2016 con 13 años; la Masía captó a Pau Cubarsí en 2018, a los 11; Lamine Yamal a los 7, en 2014; Alejandro Balde, en 2011, con 8.

Futuro incierto, libre albedrío

De aquel departamento no queda ni rastro, más allá del nombramiento de Sergi Milà, coordinador del fútbol 11 en la Masía, como director de metodología. "Estos análisis y seguimientos ya no se llevan a cabo. No velan porque esto siga. Ahora lo que esperamos es un libre albedrío. Cada entrenador de la base dirigirá al equipo a su modo de ver sin un criterio unificado. Si un jugador crece a partir de ahora será porque es muy bueno, no porque el club lo haya acompañado en el camino. En 3-4 años notaremos las consecuencias", lamenta Vilajoana. 

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Guerrero afirmó en su reciente aparición radiofónica que "el talento que está saliendo ya lo conocía, trabajamos con ellos en su momento". Las incógnitas vienen tras la extinción del área de metodología: "Veo en peligro todo esto. Tenemos que recuperar la 'cocina' rápido. Es la que garantizará el futuro y la sostenibilidad del club. Si esto se deja de hacer, llegará un momento en el que el grifo de talento se cortará".