Los intereses financieros del último aval acaban con Eduard Romeu y ponen en jaque a otros directivos

El FC Barcelona se queda sin el ideólogo del plan de viabilidad. Eduard Romeu ha presentado su dimisión. Le comunicó la decisión definitiva a Joan Laporta este miércoles, en casa del presidente, tras avanzar a los cuartos de final de la Champions League. De otro modo, el hasta ahora vicepresidente del área económica hubiese tardado más en anunciar su renuncia, buscando alguna forma de solventar las pérdidas que hubiese provocado la eliminación. Su cese no ha sido una decisión fácil para el empresario. Siente el club como un culé de corazón más.

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Eduard Romeu ya sopesó dejar el cargo en verano de 2022. La idea le volvía a rondar por la cabeza los últimos meses. El Barça ha avisado del abandono del responsable de finanzas la misma mañana en que tanto Romeu como Laporta han comparecido de forma pública. El motivo principal, o al menos oficial, de su abdicación es el inicio de un nuevo negocio de consultoría médica. Será también vicepresidente y sus nuevas funciones le robarán un tiempo demasiado valioso para el Barça, que vive en una situación límite precisamente en su parcela. Pero aún hay más.

Recibos, letras y deudas 

La incompatibilidad laboral es el argumento de peso, aunque no el único. No es casualidad que se produzca otra dimisión en la sociedad presidida por Laporta. El mismo Romeu lo ha confirmado en el Auditori 1899, mientras miraba, emocionado, a los ojos del presidente: "Han sido dos años y medios intensos, al 200%. En julio, agosto y septiembre, con el cierre de mercado y otras circunstancias que hemos sufrido... En el mes de octubre, cuando pasa todo, volvían a llegar los recibos, el alquiler de la hipoteca, y de alguna cosa tenemos que vivir... Incluso tenemos que pagar unas comisiones de unos avales. Encima, tenemos un patrimonio comprometido los compañeros de junta y el presidente."

Según algunas informaciones, Eduard Romeu ha decidido finalizar su etapa en el Barça tras presentarse en el banco por su nueva empresa y que la entidad financiera le rechazase un préstamo por el riesgo que supone un aval actualmente en el Barça. La junta directiva volvió a avalar después al término del mercado de fichajes de verano para inscribir a todos los futbolistas. Y Laporta no quería repetir la fórmula que usó el año pasado, en que él y el tesorero Ferran Olivé, junto a Mateu Alemany, pusieron unos 10 millones para contar con los nuevos fichajes.

Aval solidario

El 31 de agosto, Laporta decidió realizar un aval colegiado de 12 kilos, dividido entre toda la junta directiva. Este se sumaba a otro concedido en junio del mismo año, por valor de seis millones. 18 kilos, en total. Los pagos trimestrales de los intereses de un 2% --o comisiones, como dice Romeu-- hacen referencia a esta cantidad, según ha podido comprobar este medio con diversas fuentes cercanas a la directiva del Barça. En Culemanía, con una simple operación matemática, hemos hecho el cálculo de cuánto debe desembolsar cada directivo. Un miembro de la junta debe pagar unos 21.000 euros, una cantidad relativamente asequible pero que no es fácil de pagar para algunos miembros de la cúpula del club. A la larga, esta cantidad cada cierto tiempo es una losa notable.

Como el mismo Romeu ha alegado, el coste del aval ha sido un factor que ha pesado en su dimisión, y que ya provocó crispación en la directiva anteriormente, cuando Laporta reunía dinero para comenzar su segundo mandato en el Barça. No todos los directivos avalaron por igual en los 124,7 millones requeridos, un 15% del presupuesto del club en 2021, obligatorio por aquel entonces debido a la Ley del Deporte.

Pagos pendientes 

Al presidente le ejecutaron un cargo de unos dos millones en su cuenta bancaria particular por intereses, después de la gran operación financiera. Este hecho enfadó al máximo dirigente, que reclamó la parte correspondiente a los miembros de la junta. Cada uno debía abonar 130.000 euros. Muchos tardaron en completar el pago del dinero. Culemanía puede confirmar que estas cantidades ya quedaron completamente saldadas con el banco, aunque es posible que algun directivo no haya pagado su proporción.

En la misma situación que Eduard Romeu están todos los directivos, que tienen que pagar los intereses del doble aval solidario de 18 millones que presentaron el pasado verano. En el caso del exvicepresidente económico, esto no es todo. Algunos medios de comunicación apuntan que Romeu no era unos de los hombres de Joan Laporta. El vicepresidente económico no coincidía con la manera de gestionar del presidente. Este sería otro motivo de peso para haber decidido marchar, aunque lo ha obviado en una despedida que algunos describen como una "pantomima".