Contra viento y marea. Desde su anuncio primigenio y fallido por falta de apoyos, hace ya más de dos años, la Superliga Europea ha seguido gestándose a la sombra del fútbol establecido legalmente en Europa: el del "monopolio" que, según Florentino Pérez y Joan Laporta, mantiene la UEFA para desgracia futura de los clubes que participan. Los presidentes de Real Madrid y FC Barcelona están enfrentándose contra todo y contra todos para dar luz al torneo embrionario.
Y de momento, guardan una fecha para la esperanza: el 21 de diciembre. Será entonces cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) haga pública la sentencia del caso que mantiene en lidia a la gestora de la Superliga y los altos estamentos del organismo que preside Aleksander Ceferin. El veredicto final, en el que tendrá peso el precedente de la creación de la Euroliga en 2001 y el fin de la Suproliga de la FIBA, no admitirá recurso alguno.
La decisión deberá acatarse por todas las partes. Incluso por la Premier League y el gobierno del Reino Unido, que siguen trabajando conjuntamente para poner palos en las ruedas a FC Barcelona y Real Madrid. No en vano se trata de la liga más rica, prestigiosa y seguida en el mundo del balompié, actualmente a años luz de la Liga española, Serie A, Bundesliga y Ligue 1. Normal que los ingleses no quieran perder esa posición privilegiada con el nacimiento de la Superliga Europea, que acapararía de golpe y porrazo el foco de la atención internacional.
Reino Unido, contra la Superliga
Como estocada letal al proyecto de Superliga, el gobierno británico ha propuesto una contundente iniciativa. El Parlamento del Reino Unido estudia promulgar una ley para prohibir la entrada de clubes británicos en la polémica competición ideada por Florentino Pérez y Joan Laporta. Algunos medios se han hecho eco en los últimos días de esta posibilidad, el mismo día en que la casa real británica anunciaba medidas drásticas contra el endeudamiento de los clubes de la Premier League, que se ha disparado hasta los 4.500 millones de euros.
La medida, además de intentar preservar la prosperidad del fútbol inglés, es también proteccionista con los intereses de la UEFA. Buscará restringir la participación de sus equipos en "competiciones no autorizadas", en palabras del propio rey Carlos, partidario de imponer también reglas de control para que sus equipos no caigan en manos de inversores extranjeros. En consecuencia, se creará una institución independiente que supervise la gobernanza de los equipos, controle adquisiciones futuras y asegure que el dinero "fluya hasta la base de la pirámide".
El alegato de Florentino Pérez
Algo con lo que, como es lógico, no está de acuerdo un Florentino Pérez que aprovechó la Asamblea de socios del Real Madrid, este sábado, para disparar con bala contra la UEFA y la hegemonía económica de los clubes Estado. "El fútbol sufre una crisis institucional sin precedentes. La situación es muy grave. O reaccionamos ya o el fútbol no sobrevivirá", remarcó el máximo mandatario del club merengue. "El principal problema es que hay gestores que actúan sin pensar en los aficionados. El fútbol europeo no pertenece al presidente de la UEFA ni el español al de la Liga", criticó, clamando a favor de la necesidad de crear la Superliga cuanto antes.
"Esta situación no es estable, no puede serlo", añadió, en clara referencia hacia equipos como Manchester City o Paris Saint-Germain, con financiación ilimitada. "Han llegado a asegurar que nos queremos ir de las ligas nacionales, es falso, porque sería totalmente compatible. Será una competición meritocrática", apuntó además un Florentino que se situó en la misma línea que el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en sus últimas apariciones públicas.
La reina de todas las palancas
Lo cierto es que el fútbol europeo está muy pendiente del fallo del TJUE el próximo 21 de diciembre. "No puede ser que este monopolio siga vigente por más tiempo", señalaron fuentes consultadas por Culemanía hace unas semanas. Las mismas voces, por cierto, desvelaron el optimismo latente entre los directivos del Barça, en consonancia con la cúpula del Real Madrid. Los eternos rivales no se darán por vencidos fácilmente. Saben que, con la Superliga, recibirán una inyección económica sin precedentes temporada tras temporada. La reina de todas las palancas.