Director

Joan Laporta ha pasado las tenazas con autoridad. El presidente azulgrana ha cortado de raíz cualquier conato de gasto innecesario. Todos los ámbitos del FC Barcelona se han visto afectados por una política de recortes exhaustiva, que obedece al cumplimiento de un estricto plan de viabilidad acordado con la Liga. Una solución de urgencia para solventar una situación de crisis económica que se arrastra desde la marcha de Josep María Bartomeu, en plena pandemia. Han pasado dos años y medio, pero Laporta no ha cumplido la promesa de devolver la estabilidad económica ni la excelencia deportiva. La manida excusa ante las adversidades sigue siendo la herencia recibida. 

El presidente del Barça, y las personas de confianza que él ha delegado en el club, han cercenado algunas extremidades básicas de las plantillas de fútbol masculino, femenino y baloncesto. Esta gestión ha comportado un ahorro salarial vital para el porvenir del club, pero que llega con dos años de retraso. La cifra rebajada ronda los 178 millones de euros, y supone un hito necesario para recuperar la estabilidad económica a costa de debilitar las plantillas más importantes del FC Barcelona. 

-162 millones en el primer equipo 

Especialmente significativa es la rebaja en el primer equipo de fútbol. La plantilla que comanda Xavi Hernández ha pasado de costar 566 millones anuales a tan solo 404 millones. La reducción es sintomática: 162 millones de euros

Ousmane Dembelé, celebrando un gol con la camiseta del Barça REDES

Nueve son los jugadores que arrancaron la temporada pasada y ya no están: Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba, Memphis Depay, Ousmane Dembelé, Ansumane Fati, Franck Kessié, Éric García y Héctor Bellerín. A cambio, el primer equipo se ha reforzado con la llegada de solo cinco jugadores que, además, perciben mucho menos dinero: Ilkay Gundogan, Oriol Romeu, Iñigo Martínez, Joao Cancelo y Joao Félix. Una plantilla de solo 19 futbolistas a los que se sumarán habitualmente dos del filial, Lamine Yamal y Fermín López, como mínimo. 

Inscripciones y 12 salidas más 

Esta drástica limpieza también ha sido clave para poder inscribir las renovaciones contractuales, con sus correspondientes incrementos salariales, de jóvenes perlas del club: Gavi, Araujo, Balde o Lamine Yamal. También se han podido inscribir otras renovaciones menos aclamadas a nivel popular como las de Sergi Roberto, Marcos Alonso o Iñaki Peña

En este sentido, la dirección del club también ha sellado la salida de otros futbolistas como Umtiti, Lenglet, Dest, Gustavo Maia, Nico, Collado, Abde, Pablo Torre, Julián Araujo, Chadi Riad, Estanis Pedrola o Álex Valle. Nueve de ellos han marchado con billete de ida y vuelta, lo que significa que regresarán el año que viene de su cesión. Ninguno de ellos estaba en la plantilla del año pasado salvo Pablo Torre, que como Riad, Estanis o Valle, tenían ficha del filial. Por lo tanto, su salida no repercute en la rebaja de 162 millones aunque en el caso de los cuatro que estaban en el filial, sí comportan un ahorro para la carpeta de fútbol formativo. 

Plantilla corta en un femenino con superávit 

También son notables los cambios que se han producido en el Barça Femenino. La sección tiene un presupuesto de gastos de unos 11 millones y ha conseguido elevar los ingresos a 14 millones, lo que es un éxito: el femenino ya es rentable y genera beneficios. Además, el club se ha propuesto alcanzar los 17,5 millones de ingresos este año, según ha declarado Xavier Budó en varias entrevistas. 

La celebración de Geyse Ferreira, durante la goleada del Barça Femenino en el Gamper FCB

Las cifras acompañan, pero los cambios en la plantilla no parecen los óptimos. Solamente se han cerrado dos fichajes este curso, los de Ona Batlle y Esmee BrugtsLos traspasos de Geyse Ferreira (Manchester United), Laia Codina (Arsenal) y Crnogorcevic (Atlético de Madrid), más la cesión de María Pérez al Sevilla y la marcha de Núria Rábano al Wolfsburgo, dejan una plantilla de 22 jugadoras tras confirmarse cinco bajas por tan solo dos altas.

Tensión en el básquet 

La sección de baloncesto ha vivido, posiblemente, la situación más tensa de todas. El despido de Nikola Mirotic tras no alcanzar las partes ninguna posición cercana al acuerdo, generó mucha crispación en el entorno azulgrana. El Palau ovacionaba a Mirotic tras arrasar al Real Madrid en las finales ACB mientras el presidente de Laporta brillaba por su ausencia en los tres partidos de la serie. Su despido fue anunciado, precisamente, antes de disputarse la serie y, casualidad o no, sirvió para recuperar la mejor versión del jugadro franquicia. 

Sus 11,4 millones brutos de sueldo le condenaron. También quedó condenado Sarunas Jasikevicius, cuyo agente es el mismo, Igor Crespo. Este aprovechó el despido de Mirotic para pelear una rebaja menos drástica a Jasikevicius, que terminó contrato cobrando 3,5 millones y aceptaba quedarse por 2,5. No fue posible. Su relevo, Roger Grimau, está en tan solo 400.000 euros.

Cuatro fichajes y 13 millones de déficit 

Además de Saras y Niko, el club despidió a Cory Higgins, otro de los mejor pagados, y asistió al desfile de otros jugadores por finalización de contrato: SanliKuric y Tobey. El primero rechazó la oferta de renovación del club a la baja, mientras que a los otros dos ni si quiera se les ofreció continuar. 

Saras Jasikevicius habla con Mirotic y otros jugadores del Barça de basket en la Final Four contra el Real Madrid TOMS KALNINS EFE

Cinco son las salidas que se han producido y, de momento, son cuatro las llegadas: Willy Hernangómez como fichaje estrella, Joel Parra, Darío Brizuela y el NBA Jabari Parker. El club aspira a un fichaje más, pero el coste de la plantilla será muy inferior: el déficit de la sección pasa de 30 a solo 13 millones de euros. 

-16 millones en las secciones 

Xavi Budó presume de récord en los ingresos del básquet, alcanzando los 17 millones de euros y con una previsión de 21 millones para el nuevo curso. Anteriormente se facturaban en torno a 12 millones. 

La reducción total del presupuesto destinado a secciones, femenino y fútbol formativo también es muy importante: de los 108 millones con los que se comenzó el curso pasado a tan solo 92 millones en total. Una rebaja de 16 kilos que también dejará secuelas en las plantillas de balonmano --sin Fábregas, Cindric ni la renovación del capitán Pérez de Vargas--, hockey y fútbol sala. 

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