El FC Barcelona ha oficializado la cuarta incorporación al área deportiva en dos años bajo la presidencia de Joan Laporta. Anderson Luis de Souza, mejor conocido como Deco, toma el mando de la dirección deportiva y sucederá al binomio compuesto por Mateu Alemany y Jordi Cruyff. El hasta la fecha director de fútbol en el Barça abandonará el club el próximo 2 de septiembre.
El máximo dirigente de la entidad ha apostado por el exagente brasileño hasta el fin de su mandato, en junio de 2026, y tratará de romper una segunda etapa de inestabilidad y poca continuidad en el área deportiva. Desde el aterrizaje de Jan en marzo de 2021, Ramon Planes, Jordi Cruyff, Mateu Alemany y ahora Deco han llevado el timón de la planificación deportiva. Tantos cambios en un período de tiempo relativamente corto contrastan con los siete años --de 2003 a 2010-- durante los que Txiki Berigistain se consagró en la secretaría técnica.
Purga de la herencia
Cuando Laporta se impuso en los comicios, se encontró una plana mayor repleta de ejecutivos escogidos por Josep Maria Bartomeu. En esa tesitura se hallaba Ramon Planes, apuesta de Barto en 2018 como mano derecha de un Éric Abidal novillo en el campo de la dirección deportiva. La bicefalia quedó en mando único de Planes tras el cese del exfutbolista francés en agosto de 2020.
Lógicamente, Jan quiso romper con todo vestigio de su antecesor con una purga de ejecutivos. Se demoró unos meses, pero una semana después de firmar a Xavi Hernández como nuevo entrenador, Planes rescindió su contrato en noviembre de 2021. El secretario técnico artífice de fichajes estratégicos y fundamentales para la historia como Pedri y Ronald Araújo dejó una herencia envidiable. Y allanó el terreno para consagrar un nuevo tándem made in Laporta: Mateu Alemany y Jordi Cruyff.
Nueva dupla
El nuevo ejecutivo balear ya destacaba en la campaña electoral de Laporta como uno de los grandes atractivos de la candidatura. Nadie dudaba de la trayectoria de Alemany, curtido en los despachos de su Mallorca natal y, posteriormente, del Valencia. Una vez proclamado vencedor de las elecciones Laporta, Mateu ascendió al puesto de director de fútbol y allanó el terreno para convertirse en el hombre fuerte del área deportiva.
Tres meses después, en junio de 2021, Jordi Cruyff reforzó la parcela como ayudante de Planes. Del mismo modo que Abidal, el hijo del mito viviente Johan adquirió experiencia en una gran liga europea. Y es que tan solo se había podido forjar en los despachos del AEK Larnaca chipriota y el Maccabi de Tel Aviv israelí, una década antes. La etapa de transición surtió éxito.
El nuevo dúo al frente de la dirección deportiva cuajó un mercado invernal de 2022 que rozó el milagro con una pésima herencia económica. Aun así lograron los fichajes de Ferran Torres, Pierre-Emerick Aubameyang --Deco fue intermediario--, y los regresos de Dani Alves y Adama Traoré. La ingeniería económica del ejecutivo balear ya dejaba huella ante un barcelonismo rendido por semejante proeza.
Injerencias externas
Todo iba sobre ruedas, con el paréntesis importante de las palancas económicas del FC Barcelona en verano de 2022. Sin la venta de un 25% de los derechos audiovisuales, y el 49% de Barça Studios, el club barcelonista no habría podido asaltar nuevamente la Liga. Fichajes estelares de la talla de Franck Kessié, Andreas Christensen, Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha impulsaron el proyecto deportivo.
No obstante, las dificultades económicas fruto de la sustanciosa rebaja de la masa salarial y del restrictivo Fair Play financiero han obligado a Laporta a apoyarse en socios externos. Al menos, en materia de fichajes. En una época pasada Johan Cruyff pautaba los pasos del presidente azulgrana a través de Txiki Begiristain. Dos décadas más tarde, lo han sustituido representantes de jugadores convertidos en magnates como Jorge Mendes y Pini Zahavi. De la amistad con el agente luso, mentor de Deco en el mundillo de la representación, proviene la incorporación del exjugador azulgrana como director deportivo.
Tanto Mendes como Zahavi han jugado con sus propios intereses para tejer una red de negocios con el Barça. El regreso fallido de Neymar Jr con la intermediación del agente israelí, o los fichajes más que probables de Joao Cancelo o Joao Félix --a quienes representa Mendes-- no son casualidad. Dichas operaciones llevan el sello de dichos agentes, que le han arrebatado a Mateu Alemany los poderes plenos de los que gozaba en el mercado de fichajes.
Nueva etapa
Para más inri, la espantada de Mateu en mayo y su casi incorporación al Aston Villa precipitaron el aterrizaje de Deco. El ahora exagente de Raphinha ya había asumido las funciones de André Cury como ojeador especializado en Brasil. Las dudas del ejecutivo balear generaron la tormenta perfecta para que Laporta pudiese colocar a uno de los protegidos de su entorno. Hombres cercanos al dirigente barcelonista como Alejandro Echevarría o su propio hijo, Guim Laporta, ya habían trabajado en la Federación Gabonesa con Deco en calidad de secretario técnico.
Por si esto fuera poco, Jordi Cruyff también renunció a sus funciones, a pesar del ascenso a director deportivo en septiembre de 2022. Jan no titubeó, y vio la oportunidad de contratar a una figura novicia, pero a la vez guiada por la influencia de su mentor, Jorge Mendes, muy cercano al presidente. Además, a raíz del relevo en el cargo, surgió la posibilidad de recortar gastos, y con recorrido más corto --brevísimo-- de direcrot deportivo, Deco cobrará un salario más bajo que su predecesor.
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