Lo de crear sociedades paralelas para explotar la venta de activos va convirtiéndose, desde que Joan Laporta regresó a la presidencia, en una tónica cada vez más habitual en el club. Las famosas palancas del verano pasado, que en buena medida han sido invalidadas este año por las nuevas políticas de la Liga, permitieron al FC Barcelona realizar hasta siete fichajes y sortear, aunque fuese temporalmente, la crisis económica que amenaza al modelo de propiedad actual.
Más allá de la venta parcial de Barça Studios --un 49% a través de la sociedad Bridgeburg Invest-- y de la cesión de un 25% de los derechos audiovisuales a Sixth Street --con Locksley Invest como filial canalizadora--, la junta laportista tiene preparada otra sociedad de nueva cuna para ejecutar una palanca pendiente: Sudburylane SL, otra de las sociedades externas que el FC Barcelona controla, y se constituyó en junio de 2022.
¿Qué es Sudburylane SL?
Tal y como puede leerse públicamente, la compañía declara que su actividad es "la constitución, participación por ella misma o de forma indirecta en la gestión y control de otras empresas, en la adquisición, alineación, tenencia y explotación de bienes inmuebles y también en la intermediación en operaciones comerciales, empresariales e inmobiliarias. También en las negociaciones y explotaciones de patentes, marcas, licencias, know-how y derechos de propiedades".
Desde el FC Barcelona se precisó que Sudburylane “no tiene actividad” real en estos momentos, y que se ha creado para tenerla preparada de cara al futuro. Un canalizador más, en definitiva, para seguir ejecutando palancas. Como se puede comprobar en el BORME, los administradores de la empresa son trabajadores de TMF Group, una firma especializada en servicios a empresas, así como en la creación de sociedades vinculadas.
Una palanca por ejecutar
El caso es que la única palanca que a día de hoy puede ejecutar el FC Barcelona es la venta de hasta el 49% de su filial de retail, Barça Licensing & Merchandising, autorizada en junio de 2022 por los socios en Asamblea de Compromisarios. La entidad culé es titular del 100% de los derechos de la compañía, y aunque ha recibido ofertas que rondaban los 200-300 millones de euros a cambio de la mitad de su propiedad, Laporta ha preferido no desprenderse aún de parte del activo.
El objetivo no es otro que generar más dinero y revalorizarla antes de venderla, para así conseguir el mayor beneficio posible. En 2022, BLM experimentó un incremento del 135% en las ventas. Facturó 50,9 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 571.537 euros, según datos a los que ha tenido acceso Culemanía. No obstante, el ebitda se mantiene igual. La empresa en 2022 obtuvo el mismo resultado en cuanto a beneficios que el año anterior, mientras que el número de empleados creció un 45% respecto a la anterior campaña.
Otra inyección económica
Sudburylane SL tendrá un papel crucial a la hora de canalizar la venta de la mitad del activo, para así dotar al FC Barcelona de una inyección de 200, 300 o 400 millones que sirvan para seguir oxigenando las arcas. Y a la vez, hipotecando al club. Un dinero que, desde los cambios introducidos por Javier Tebas y la Liga, ya no sirve para rebajar masa salarial ni lograr inscripciones de futbolistas. Eso no quita que pueda ser útil en otros aspectos clave a la hora de sanear las cuentas. La palanca secreta de Laporta, de momento, está en el tintero. Una vida extra por si la situación económica empeora.