4.000 millones de euros es, aproximadamente, la deuda bruta real que arrastra el FC Barcelona. A los 1.350 millones de deuda ordinaria que reconoce la entidad --el año pasado se habló de 1.200 millones antes de contar con los nuevos fichajes-- hay que añadir el crédito del Espai Barça --1.450 millones-- y sus respectivos intereses financieros. Un montante total que, para diversas voces especializadas consultadas por Culemanía, supone un serio riesgo para el modelo de propiedad. ¿Se convertirá el club en una sociedad limitada en caso de sucumbir ante sus déficits económicos? Es una pregunta actualmente sin respuesta. Lo que es irrefutable es que, hoy por hoy, la junta de Laporta está imitando y ampliando el modelo de sociedades paralelas que promulgó la directiva de Bartomeu.
BLM, objeto de revalorización para Laporta
El anterior presidente fue pionero en la creación de una sociedad limitada para gestionar el negocio del Barça con las camisetas y otros elementos comercializables, que anteriormente explotaba Nike. Con esa idea se fundó, a finales de marzo de 2018, Barça Licensing and Merchandising (BLM). Una SL que contaba con Bartomeu como presidente y máximo responsable, pero que también tenía en su estructura a ejecutivos del club como el exdirector general Oscar Grau, el exdirector financiero Pancho Schroeder o el exvicepresidente económico Quique Tombas.
El FC Barcelona es titular del 100% de los derechos de dicha empresa, y aunque ha recibido ofertas que rondaban los 200-300 millones de euros a cambio de la mitad de su propiedad, Laporta ha preferido no desprenderse aún de esta potencial palanca. El objetivo no es otro que generar más dinero y revalorizarla antes de venderla, para así conseguir el mayor beneficio posible.
En relación al rendimiento de la compañía, cabe recalcar que en 2022 experimentó un incremento del 135% en las ventas. Facturó 50,9 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 571.537 euros, según datos a los que ha tenido acceso Culemanía. No obstante, el ebitda se ha mantenido igual. La empresa en 2022 ha obtenido el mismo resultado en cuanto a beneficios que el año anterior, mientras que el número de empleados ha crecido un 45% respecto al anterior curso.
Barça Produccions y Bridgeburg Invest
Dejando de lado a BLM, el FC Barcelona también es titular al 100% de Barça Produccions --más conocida como Barça Studios--, una sociedad que Laporta creó con el visto bueno de los socios compromisarios. Fue anunciada de forma oficial el 16 de septiembre de 2021, y desde un principio se planteó la idea de que fuese dirigida por una estructura de ejecutivos del club.
Paralelamente, Barça Produccions creó una filial que se llama Bridgeburg Invest y continúa operativa. Desde esta filial, Socios.com, a través de la sociedad Socios Services Limited, radicada en Malta, y Jaume Roures, a través de Orpheus Media, adquirieron a finales del verano de 2022 un 24,5% de la propiedad, respectivamente. En total, un 49% de Bridgeburg Invest fue a parar a las manos de socios externos, erigiéndose como una suculenta palanca de 200 millones --100 por cada paquete de 24,5% de derechos-- que sirvieron para oxigenar las arcas del club y para poder mejorar la plantilla del primer equipo.
Locksley Invest, controlada por Sixth Street
Pero no acaba ahí la lista de sociedades paralelas que controla, directa o indirectamente, el FC Barcelona. En julio de 2022, en pleno auge de las famosas palancas, la junta laportista constituyó Locksley Invest, empresa encargada de explotar el 25% de los derechos de TV del Barça durante los próximos 25 años. Está domiciliada en Madrid, tiene a Laporta entre sus consejeros y como presidente a Richard Salvatore Sberlati Jr, persona de confianza de SixthStreet, como también su secretario, Marcel Enrich.
Se trata de una compañía que arrancó con una inyección de 6,18 millones de euros, y que ha registrado 505.119 euros de pérdidas en 2022. Su objeto social es “la adquisición, tenencia, explotación y gestión de derechos audiovisuales que resulten de competiciones futbolísticas”. Sin duda, algo que define claramente los límites del acuerdo entre Barça y Sixth Street, pues de este modo se blinda que todo el negocio de contenidos que no sean del día de partido puedan reservarse a Barça Studios.
Sudburylane, otro canalizador
Sudburylane es otra de las sociedades externas que el FC Barcelona controla, y también se constituyó en junio de 2022. La empresa declara que su actividad es "la constitución, participación por ella misma o de forma indirecta en la gestión y control de otras empresas, en la adquisición, alineación, tenencia y explotación de bienes inmuebles y también en la intermediación en operaciones comerciales, empresariales e inmobiliarias. También en las negociaciones y explotaciones de patentes, marcas, licencias, know-how y derechos de propiedades".
Un canalizador más, en definitiva, para seguir ejecutando palancas. Como se puede comprobar en el BORME, los administradores tanto de Bridgeburg Invest como de Sudburylane, son trabajadores de TMF Group, una firma especializada en servicios a empresas, así como en la creación de sociedades vinculadas.
Barça Innovation Hub, la guinda
La última creación empresarial del FC Barcelona es la de Barça Innovation Hub, constituida en mayo de este mismo año 2023 y con un capital social de 200.000 euros. El objeto de la compañía, según se expone en el Registro Mercantil, es el "estudio, búsqueda, valoración y selección de empresas emergentes o start-ups, que tengan como objeto el conocimiento, desarrollo, mejora y/o comercialización de productos o servicios relacionados con el ámbito de la salud en el deporte". Una descripción que, junto a la de las anteriores, sigue demostrando que el Barça es més que un club. El tiempo dirá si para bien, o para mal.