La Grada d'Animació vivió con resignación el cierre indefinido de su espacio en el Estadi Olímpic Lluis Companys, para la celebración del 125 aniversario del FC Barcelona. Precisamente, el partido contra Las Palmas (1-2) dio inicio al castigo impuesto por la junta directiva del Barça hasta que abonaran el importe de las multas pagadas por el club: 21.000 euros.
Un día después de manifestarse pacíficamente en los instantes previos al partido, los cuatro grupos del Espai d'Animació han realizado un comunicado conjunto advirtiendo de la pérdida de peso de los socios, teóricos propietarios del club. Penya Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça han alertado de la "muerte social" de la entidad, y han hecho un llamamiento de protesta a los culés.
Acuerdo anterior
Por su parte, la institución presidida por Joan Laporta se remite al acuerdo alcanzado años atrás: en caso de recibir sanciones derivadas de actos vandálicos de la grada, aunque sean individuos aislados, tendrán que costearlas conjuntamente los integrantes de la Grada d'Animació.
El pacto comporta que deben pagar justos por pecadores, pero el club no variará su postura. Aun así, los afectados tampoco arrojan la toalla y manifiestan su punto de vista en un duro comunicado, adjuntado íntegramente a continuación:
Comunicado íntegro
"Queridos socios, peñistas y culés.
Son muchos los comentarios y opiniones que se han publicado en los últimos días por el cierre de nuestro espacio de animación, y es hora de que nosotros también hablemos.
Después de décadas apoyando al equipo en sus mejores y, sobre todo, peores momentos, en casa y fuera de casa, nos han privado de celebrar y disfrutar de nuestro 125 aniversario.
Esto no va de sanciones económicas que no queramos pagar, hay mucho más de fondo.
Poco a poco, el socio está perdiendo el peso que siempre ha tenido históricamente, que le corresponde. La poca comunicación y el total desinterés en l'Espai d'Animació (EdA), propuestas rechazadas sin ninguna argumentación, ver las reventas de siempre aún permitidas, desnaturalizar las gradas de ambiente de fútbol llenando el estadio de turistas, olas con empate a cero, kiss cams, speaker de broma, precios indecentes, fomentar la ausencia de rivalidades, cambiar los colores históricos del club por puro marketing, la toma de grandes decisiones sin transparencia y sin consultar al socio, precaución con cualquier tipo de animación y discurso contrario, priorizar el espectáculo sin lugar para el arraigo sentimental y familiar... infinitas razones que exponen las intenciones de esta junta directiva, priorizar un modelo de negocio donde sale muy perjudicada la masa social más próxima y fiel al club.
Están vendiendo el club económica y socialmente. El cierre de nuestra zona, de la voz del estadio, es un paso más en la muerte social del club. O reaccionamos o acabarán por destruir lo más importante que tenemos.
Con la dignidad de la institución no se juega. Con la historia del club tampoco. Con el valor del escudo y los sentimientos de socios y aficionados, todavía menos.
Lucharemos por nuestros derechos como socios, como cualquier otro. Está en nuestras manos".
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