El entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, ha salido airoso vencedor de los cuartos de final de la Champions League contra el Barça (1-4). El técnico asturiano se la ha devuelto a su homólogo Xavi Hernández y se ha quitado la espina clavada con el partido de ida. El míster del PSG ha terminado exultante y satisfecho en rueda de prensa tras ver reflejado el trabajo de su equipo en el resultado final.
"Me siento contentísimo, mi equipo ha estado en todo en el partido. Hemos empezado de manera espectacular, doce primeros minutos maravillosos. En la primera acción que el Barça llega al área una jugada de Lamine Yamal termina en gol. He tenido el mismo sentimiento de la ida, no merecíamos ir perdiendo. A partir de ahí el equipo ha seguido creciendo, hemos estado soberbios en la presión. Los delanteros han hecho un trabajo excepcional, los defensores y centrocampistas igual. El resultado es justo", ha manifestado Luis Enrique en la sala de prensa del estadi de Montjuïc.
Sentimientos encontrados
Sobre el reencuentro con el FC Barcelona, Luis Enrique ha reconocido sentir fuertes emociones que ha tratado de reprimir en la medida de lo posible: "Qué difícil ha sido jugar contra el Barça. Hablo del plano emocional, sentimental. He tratado de controlar al máximo las emociones, pero he hecho en cada momento lo que consideraba oportuno y lo que sentía. En el plano emocional espero no jugar muchas más veces contra el Barça".
Sin ánimo de ofender a ningún espectador, el artífice de la remontada parisina ha eludido escoger entre esta última victoria y la histórica Remuntada del Camp Nou de 2017: "No puedo escoger y no voy a ser tan estúpido de escoger. Las dos remontadas fueron importantes. Esta es la actual. Espero que esta sirva para conseguir algo importante para el club".
La expulsión de Araujo
También ha echado balones fuera el estratega de Gijón cuando le han consultado por la acción desencadenante de la expulsión de Ronald Araujo: "Tengo por hábito no hablar nunca de los árbitros. No he visto la jugada repetida sino en directo. En mis 12 años de entrenador trato de de no enjuiciar a los árbitros y centrarme en lo que puedo controlar. Intento controlar mis emociones al máximo. Es evidente que una expulsión condiciona un partido de esta magnitud, pero sigo fiel a mi manera de interpretar esto. Entiendo las posturas".
No obstante, no se ha cortado Luis Enrique en señalar que preveía doblegar al equipo azulgrana en Montjuïc tras un duelo de ida igualado. La racha de 13 partidos sin perder de los pupilos de Xavi llega a su fin: "Os lo dije. No porque tenga una bola mágica, sino porque las rachas son imposibles de mantenerse en el tiempo. Una racha larga está más cerca de romperse. Después de analizar el partido de ida no me parecía justo el resultado y en este partido ya sabíamos que iban a pasar cosas. Los jugadores han creído claramente y se llevan una alegría muy bestia. Se lo dedicamos a nuestra afición, especialmente a los 3.000 que han venido de París a Barcelona".