Carles Francino: “Hay mucha más producción, pero no hay muchísimas más posibilidades"
El actor catalán estrena película y anuncia su nuevo: enfocar su carrera al mundo del cine
9 marzo, 2024 14:31Noticias relacionadas
A Carles Francino se le ha visto mucho en televisión. Empezó con un breve papel en El cor de la ciutat, mayor en Ventdelpà, pero, sobre todo, su éxito llegó cuando dio el salto a Madrid, en la serie Hospital Central. De allí vinieron las Águila Roja, Las chicas del cable o Amar es para siempre. Por eso, verlo presentar una película es algo diferente, nuevo, pero que espera que pueda convertirse en habitual.
El actor ya ha hecho varios papeles en pantalla grande. Cabe recordar que debutó con Bigas Luna en Yo soy la Juani y más adelante en Propósitos perversos o Tengo ganas de ti. En cualquier caso, ahora tiene uno de los personajes claves de Por tus muertos, el debut en el cine del periodista Sayago Ayuso que es un homenaje al rock de los 80 y un canto a los valores de la amistad y la comprensión con el otro.
Francino hace el personaje del chico que entra nuevo, el moderno, hipster e influencer de medio pelo que vive por y para las redes. Un factor que, en la vida real preocupa al actor, sobre todo por su mal uso.
Crónica Directo descubre estas preocupaciones y las nuevas metas del actor en una entrevista conjunta con el director de Por tus muertos, una película que cuenta también con José Mota y Jorge Sanz entre sus protagonistas.
- ¿Por qué esta película?
- Sayago Ayuso: El proyecto, lleva muchos años a mis espaldas. El guion partió hace más de ocho años. Yo llevo mucho tiempo vinculado al mundo del rock y quería hacer una comedia porque también es un género con el que me siento muy cómodo, para hacer un pequeño homenaje al rock y a su gente. Quería tratarlos con un poco de respeto, reflejar que el mundo del rock tiene una cultura y una humanidad muy grande, ya que normalmente en el audiovisual se les había tratado desde el estereotipo y la parodia.
- ¿En qué momento aparece la figurada de Carlos?
- Sayago: Carlos era el único actor al que no conocía de todo el reparto. Vino por casting y, con todos los problemas que ha tenido la película, apareció milagrosamente. Tuvimos que trabajar sin tiempo para ensayos ni nada, a través de audios de WhatsApp. Fue un trabajo de...
- Carles Francino: ¡Qué maravilla que digas esto!
- Sayago: Era fantástico porque él me iba mandando sus propuestas.
- Carles: ¡Qué bien que digamos esto, porque esto me hace grande! (bromea). Es real. El tema es que una vez ya dentro del proyecto, como él tenía que capear 40 frentes, yo, desde el personaje, le iba mandando audios. Le hablaba desde Josep Lluís, desde Repollo. Le mandaba fotos de un grupo de música que he visto paseando, que para mí le gustaría a Josep Lluís y tal. Y entonces él me iba diciendo, “esto está bien, vigila esto y tal”. Fue precioso, eso es verdad.
- Sayago: Sí, nos ayudó mucho esto. La mayoría de la parte de ensayo fue así, por el poco tiempo, y es una forma fantástica de ir trabajando hasta que llegó un momento que le dije: “Carles, ya puedes parar”. Porque llegó un momento que yo incluso me empezaba que le decía “si lo tienes ya, cabrón, eres Josep Lluís, eres Repollo. A partir de ahora, olvídate y empieza a disfrutar. Ya está, ya la has pillado”. Y bueno, entró fantásticamente y es un disfrute.
- ¿Cómo definirían al personaje?
- Carles: En realidad, en el guion lo ves exactamente quién es, qué representa y, a partir de aquí, lo que hay que hacer es darle humanidad y sobre todo tener claro que quien va a hacer este personaje es Carles Francino. Que, si lo hace otro, pues lo hará a su manera y esta es la grandeza del séptimo arte. Entonces, para mí, la clave, sobre todo es no buscar el tontito que podría ser peligroso. Tenía que rebuscar en la profundidad de este tío, que es súper positivo, que lo pinta todo de rosa, que ve el mundo maravilloso, que, si viene una mala noticia, “no pasa nada, ya vendrán buenas noticias”. Y en eso hay que buscar mucho en el niño, de cada uno. Trabajamos un poquito eso, más las claves que él me daba y luego también lo que representa este señor de estar enganchado a las redes sociales y preguntarnos por qué lo está. En fin, un apasionado de los que quedan pocos, porque la vida nos va a dar hostias y la gente pierde en otras cosas
- Sayago: Pero no es la tontería, sino la bondad, la inocencia, la niñez, o sea, esa frescura que hay. Porque estamos hablando de unos protagonistas cincuentones, roqueros, y que este tipo, Josep Lluís, no tiene nada que ver con ellos. O sea, ni es roquero, ni sabe del rock, ni sabe de los 80 y ver ese contraste y cómo se va acoplando esa ficha, es una de las claves de la peli. Porque al final esto trata de personas, de amigos que se vuelven a juntar 30 años después y de que la gente se transforma en otra cosa.
- Vamos a preguntarnos, como decía Carles del porqué su personaje, como tantos jóvenes, está adicto a las redes.
- Carles: Bueno, eso había que reflejarlo, evidentemente, recoger un gran colectivo de jóvenes y pensar por qué hay esta obsesión en general. Se debe ir con cuidado con esto de las redes, con esta necesidad de querer mostrar, y siempre mostrar que todo está bien. Hay que ir un poquito con cuidado en esto porque ya hay una adicción a eso, generalizada. Esto es un invento con el que se nos engañó completamente y hemos caído todos en la trampa. Por eso, en cierta manera, está bien que a este personaje que quiere mostrar que todo va bien le llegue la gran hostia, porque ahora lo que tiene que intentar cuando siga la vida, es mantener esa ternura y esa cosa que tiene, pero sabiendo lo que es el mundo de verdad.
- Pero usted está en redes. ¿Cómo las maneja?
- Carles: En mi caso, me ha enganchado en los 40, que, estás un poquito más tranquilo. Las generaciones de un poquito de después y de ahora ya lo tienen un poco más complicado. Para mí las redes son una herramienta maravillosa y lo que hago es mostrarme tal como soy, directamente. Cuelgo cuando quiero colgar, no respeto para nada el algoritmo, ni tengo tanta idea de cómo funciona. Entonces, cuelgo lo que siento en ese momento. Estoy tranquilo con eso. Eso sí, sucede que, si un productor hace un casting y se debate entre dos actores, igual cogerá al que tiene más seguidores. Y, en parte, lo entiendo. Hay que convivir con eso. Y por eso, y ahora que soy padre también lo pienso, hay que trabajar mucho la autoestima. Es decir, que esto no te desvíe para siempre y acabes enfermo de esto. Ya está, esto existe, funciona, pero a trabajarte bien tú.
- ¿Pero pervierte también las profesiones, como teme Miguel, el personaje de José Mota, de que pervierta la música, así como el cine y otras artes?
- Sayago: Lo que pervierte es la personalidad, la autoestima y sobre todo la seguridad en ti mismo. Yo siempre intento transmitir que uno ha de creer en uno mismo, aunque se equivoque. Uno tiene derecho a equivocarse, el problema es que no se aprenda de los errores. Lo que no puedes hacer es estar más pendiente de lo que digan o piensen los demás en redes o en la vida misma, que de lo que tú pienses en ti mismo. Yo siempre decía a los compañeros “mira, yo con la película me he quedado encantado de la vida y sé lo que viene ahora”.
- Claro, pero ¿cómo manejar ese equilibrio entre tener un sello personal, tanto como actor como director, y lo que opinen en las redes o la crítica?
- Carles: Yo tengo la solución. Trabajarse mucho a uno mismo. Se acabó. Porque, si tú estás bien contigo, podrás cuidar a los demás, estar bien, aceptar lo que pueda venir, lo que no. Trabajémonos a uno mismo, por el amor de Dios, que no lo hacemos, que nos despistamos con estas cosas de intentar agradar a todo el mundo.
- Que es lo que le pasa a Repollo, de hecho.
- Sayago: Y luego está la parte de los egos. El ego del artista de decir que él es el que sabe, el que vale e ir por libre, que es lo que le pasa a Miguel. Luego se da cuenta de que se pierde todo lo más importante, la amistad, reencontrarse en el camino, darse una segunda oportunidad. Porque, igual, de repente, ahí está el éxito. Para mí el éxito es ir caminando, disfrutando de todo eso y que, si llegas, no te olvides de todo lo que has pasado. Porque allí empieza otro camino. Y eso es la peli. La peli es el camino.
- Carles: Me gusta la idea de que la peli es el camino, porque no importa para nada el llegar.
- Hablando del personaje de Miguel y de su necesidad de regresar. ¿Todo merece un revival?
- Carles: ¡No! ¡Mal! Con Friends hemos tenido bastante. Nos equivocamos un poco con querer hacer revival de todo.
- Sayago. Yo creo que eso es más una parte de más de productores o de dinero. De los seguidores, de estirar el chicle. Pocos y hechos muy metódicamente.
- Carles: ¿Se nos ha acabado la imaginación?
- Sayago: Es que a lo mejor el problema es que hay demasiadas cosas para rellenar y ahora, como si las plataformas fueran un almacén hay que meter series, películas.
- Carles: Es una locura la cantidad de producción. No te das tiempo a verlo todo y acabará petando.
- ¿Sí? Porque eso lo escucho desde antes de la pandemia. Y seguimos. Y salen nuevas plataformas.
- Carles: Esto me lo dijo también un director de cine.
- Sayago: En diez años habrá más plataformas que películas (bromea) Claro.
- Aunque supongo que eso debe tener una parte para ustedes como recién estrenado director y actor.
- Carles: No, porque hay muchísima más producción, pero no hay muchísimas más posibilidades. Para nada. Debería ser así, pero no los hay. Fíjate, seguimos viendo a los mismos muchas veces. Seguro que se ha abierto un poco, pero hay que abrirse más.
- Sayaggo: Es verdad que, al haber mucho, siempre hay opciones de que tengamos más posibilidad. Pero sí es cierto que el queso está mal repartido.
- Carles: Mira, yo tengo recorrido, sí, he participado en series, pero he hecho 0,2 cosas de cine. Voy trabajando, pero no soy de los cinco afortunados. Me encantaría algún día. Este señor me da una oportunidad en el cine. Se trata de abrir castings y meter la cabecita. En cualquier caso, uno debe trabajar la cabeza y estar bien enfocado para que pasen cosas. Pero que abran un poco más.
- Es cierto que se le ha visto más en series, ¿y el cine?
- Carles: Tengo ganas de cine. Me he enfocado desde hace un tiempo en el cine. Mi cosa va al cine. El teatro me encanta, y ahora que tengo un pie aquí en Cataluña, me encantaría ir abriendo aquí cosas. Ahora parece que me ha salido una cosa con una directora catalana, pero a ver, no puedo decir más. Tal vez ha sido cosa de foco. Antes igual no tenía al cine tan presente y, cuando le das título a las cosas, pasan. Soy consciente de me darán siempre el galán o chulito, playa, tal, pero hay que buscar lo que no tienes. O lo que tienes y los demás no ven.
- ¿Cuesta mucho sacar esas imágenes que otros tienen de uno, esos clichés?
- Carles: Cuesta. Pero también te has de enfocar.
- Comentaba que ha regresado a Barcelona. Estuvo mucho en Madrid. ¿Se sintió obligado a irse allí?
- Carles: Ha sido una cosa puramente orgánica. Fui a ir a Madrid a hacer Hospital Central y ahí me quedé. Y todo ha pasado en Madrid. Sí que hay un tiempo interesante en Madrid y yo recomiendo a la gente que vaya, aunque no tenga trabajo. No pasa nada. Hay que estar ahí y ver lo que pasa. Tal vez, ahora, a mí ya no me hace falta.
- Pero estamos de acuerdo en que Madrid vive un muy buen momento.
- Carles: Madrid está on fire. ¡Todas las plataformas se han ido a Madrid!
- Y en cambio, convive con el éxito del cine catalán.
- Carles: ¡Y más cosas deberían pasar aquí!
- Sayago: Mientras no se pongan barreras, que es lo peor del mundo y allí está el problema. Lo que hay que hacer es unir.
- Más allá de quitar barreras, ¿qué creen que debe hacer Cataluña para atraer producciones?
- Carles: Ya vienen producciones aquí. Se debe facilitar la entrada y creérnoslo un poco. También desde la profesión. Festivales, presentaciones… Porque muchos pensamos que es una pena que pasen tan pocas cosas aquí.
- Sayago: Y es que la lengua no tiene que ser un problema. En ninguno de los dos sentidos. Porque es crear un problema donde no lo hay.