Anna Castillo y el amor como método de supervivencia
La actriz catalana se marca un 'tour de force' en medio del mar en la última película de Albert Pintó ('La casa de papel')
1 octubre, 2023 23:39Noticias relacionadas
Albert Pintó está curtido en el cine y las series de acción. Malasaña 32, Sky Rojo o La casa de papel llevan su sello. Ahora, con su tercera película, Nowhere, siente que ha llegado a un punto crucial de su carrera. Y en este hito viaja con Anna Castillo.
La actriz catalana es la máxima protagonista de esta película de Netflix en la que una mujer embarazada huye de las autoridades junto a su pareja. Pronto se quedará sola en la huida, flotando en un contenedor en medio del mar. Su lucha para sobrevivir es del todo heroica, pero para ella sólo cuenta con una cosa: el amor hacia su pareja y hacia su bebé a punto de nacer.
Todo esto viene con un envoltorio de thriller perfectamente diseñado, como sabe hacer el realizador. El catalán lanza a Anna Castillo a un tour de force en el que le toca rodar todas las escenas, y la mayoría de ellas son en un contenedor de carga que flota en el mar. Literal.
Pintó tuvo claro desde el primer momento que quería dar la mayor veracidad a la cinta, "que oliera a salitre", y consiguió llevarse a todo su equipo al mar. Aunque todo estuvo siempre bajo control, el espectador acaba tan angustiado como el personaje.
Pese a todo, el director recuerda a Crónica Directo que Nowhere es mucho más que un thriller o una película de acción. Él lo califica como "blockbuster de autor". "A mí lo que me gusta es que habla sobre el amor, el amor a las personas que amamos. También sobre relaciones humanas, sobre la superación personal, sobre enfrentarnos a nuestros miedos y ese aprendizaje que tenemos todos", indica.
Todo un reto que él dice tocarle "desde muy cerca y además siempre me gusta hacer películas basadas en personajes poderosos y en personajes complejos por dentro", añade. Conseguirlo era una meta complicada, pero agradece a Netflix que haya podido hacer lo que quería.
"No quiero quedarme en una peli vacía, simplemente de rollercoaster, de entretenimiento, que lo es. Ha quedado superentretenida y superemocionante, pero, a su vez, es una película humana, de personajes dramáticos y hacer que estuvieras con el personaje, que pudieras oírla", subraya. Y la verdad que sucede. Uno sufre por Anna Castillo y con cómo sobrevivirá. Al final uno ve que el amor es su tabla de supervivencia.
A pesar de lo todo este sin vivir ella, en cambio, no puede estar más encantada de haber rodado esta película. Aunque su personaje viviera una situación de angustia absoluta, a ella le encantan los retos. Así lo cuenta a Crónica Directo en su visita Barcelona.
- ¿Cómo ha sido meterse en este personaje en el que no sólo es la máxima protagonista, sino que aparece en todas las escenas?
- Fue un reto. Desde el principio lo que más me llamó la atención del proyecto era eso, y el hecho de que es una peli que normalmente no se hace en España y en las que normalmente los protagonistas son sus varones. Luego está el reto personal y como actriz, aguantar la exigencia emocional y física que suponía la película. Fue duro, pero creo que las cosas, cuando se ven en perspectiva, no son tan fuertes, pero en el momento era duro.
- ¡Rodaron en el mar!
- A mí esto no me daba tanto miedo, porque creo que hay tanta gente también preocupada de la seguridad... Y teníamos un equipo de especialistas que eran muy guays y que nos cuidaban mucho o que me cuidaban mucho a mí, básicamente (sonríe) No me dio ningún miedo. De hecho, a nivel interpretativo, estar en el mar real me ayudaba muchísimo. Porque te da más angustia y sensación de soledad real.
- Con esto añade ya otro género a su larga lista de comedias, películas románticas, dramas... ¿Le queda alguno por probar?
- Terror no he hecho. Me quedan muchos personajes y muchas cosas por hacer, por trabajar y por investigar. Mucho. Hay muchas cosas por explorar a nivel de interpretación. Pero pienso que tengo la suerte de llevar una carrera bastante equilibrada en cuanto a géneros, sí.
- ¿Cómo es la selección de estos papeles que la han llevado a hacer de todo?
- Tengo la suerte de que gente muy talentosa y de universos muy diferentes confían en mí para realizar sus proyectos. Al menos, hasta ahora han confiado en mí, tanto en películas más indies o proyectos de comedia o cosas más comerciales. Lo que más me importa cuando me llega un guión tiene mucho que ver con la intuición y con el vértigo, con la sensación de reto, de emoción, con las dificultades. Las dificultades también son muy importantes a la hora de elegir. Y sí que es verdad que quizás hay muchas cosas que todavía no he hecho en cuanto a forma, siempre creo que me tienen más como una actriz emocional, no tan trabajada de forma. Pude investigarlo un poco con Fácil.
- Puede que sí haya una parte suya más tiernas, ¿no?
- Sí, es verdad
- ¿Le molesta?
- No. Soy consciente de que las personas y los actores tenemos una energía intrínseca que podemos modificar y que podemos trabajar, pero hay algo de lo que damos que es bastante fiel a nuestra energía. No me molesta que la gente me tenga como una persona agradable y tierna, porque realmente pienso que hay algo de mí que lo es. Sí me gustaría investigar cosas y personajes más oscuros.
- El personaje de Nowhere no es oscuro, pero sí pasa por situaciones muy turbias.
- Lo guapo de este personaje es el arco. Es una chica que comienza en un estado de mucha fragilidad, con muchos miedos, con mucha culpa, que viene de una tristeza muy profunda y no siente capaz de nada. De hecho, cuando la separan de su marido, siente que no respira. Y, poco a poco, va sacando la fuerza, pues no la tiene entonces. Y se va superando, y no abandona, y lucha. Se va animalizando para sobrevivir.
- ¿Por amor?
- Sí, bueno, es que eso de que el amor mueve montañas, es verdad, y el instinto de supervivencia al final es algo también humano. Es un personaje femenino que se refuerza a lo largo de toda la película y se construye durante toda la película.
- A usted como actriz también se la ha visto crecer y crecerse en pantalla. ¿Cómo ha sido ese camino?
- Siempre he tenido la sensación de que la actuación ha sido como mi refugio. Nunca tuve claro de pequeña si quería ser actriz, pero era lo que más me gustaba hacer y lo que más me divertía desde pequeña. No sabía que me podría dedicar ni tenía claro que acabaría siendo actriz de niña. Cuando empecé a ser adolescente, empecé a trabajar en algunas cosas, casi más como hobby, y, a medida que me fui haciendo mayor, se hizo evidente que algo de eso funcionaba y poco a poco me fui quedando. Fue a partir de los 19 que empecé a trabajar y me quedé. Yo empecé estudiando comunicación audiovisual, hice psicología... Hice muchas cosas, porque tampoco sabía por dónde saldría, pero sí ha habido algo como de intuición de que siempre era un poco mi sitio.
- ¿Recuerda algún momento que dijera: “si esto es ser actriz, quiero serlo”?
- No. Tengo recuerdos de ser muy pequeña y ver pelis tipo Grease, Titanic y comedias románticas, y sentir que había una parte de mí que es que quiere hacer esto. Pero tampoco sabía cómo gestionarlo o cómo materializarlo. Se fue dando. O sea, a base de mucho trabajo, también, para compaginar estudios y probar y vivir y arriesgarme y tal. Lo que sí recuerdo es, con 19 años, que ya vivía en Madrid y estaba trabajando en una serie diaria, que me llamaron para hacer una función de teatro en los fines de semana. Era La llamada, y pensé ¡ah, pues creo que me estoy dedicando a esto! Sin saber cuánto tiempo va a durar no si sería para siempre, pero ahora siento que sí.
- En este sentido, ¿qué papel juega Madrid y los Javis?
- Fue a Madrid porque me llamaron de allí para hacer una serie diaria. Y me hablaron de un curso de interpretación, me apunté y allí conocí a Macarena García. Hice Promoción Fantasma, que fue una de mis primeras películas de cine, y los Javis y Maca, fueron a ver la peli. Yo a ellos no los conocía y me llamaron para La llamada. Entonces, los Javis para mí han jugado un papel clave en mi vida, porque para mí marcaron una etapa, un cambio vital a nivel profesional y personal. Se convirtieron en mi familia. Mis mejores amigas de ahora salen de La llamada. Fue un momento muy importante para mí.
- Eso dice que se lo encontró ¿y ahora cómo se encuentra como actriz?
- Me encuentro en un momento más tranquila. Disfrutándolo mucho, y siendo bastante consciente. Siento que estoy más aterrizada. Tengo ganas de hacer muchas cosas, pero desde un punto más meditativo. Bueno, también me estoy haciendo mayor (ríe).
- ¿Qué proyectos también tienen siempre manos?
- Haré otra serie de la que todavía no puedo hablar, pero estoy supercontenta. Será en enero. Y tengo pendiente de estrenar un par de cosas. Una es la nueva película de Rodrigo Cortés, que me hizo muy feliz que me llamara.
- ¿La de Scorsese?
- ¡Sí, fíjate, sí! Se me olvida lo de Scorsese (ríe) Nunca lo pienso. ¡Como no lo vi! Bueno, eso, y otra peli a Netflix, No voy a pedirle a nadie que me crea, de Fernando Frías, donde hago un personaje muy pequeño. ¡Y a seguir!
- Hablábamos de los Javis, pero Netflix también juega un papel en su vida, ¿no?
- ¡Pero es muy reciente! Porque con La Llamada y Paquita estuve en Netflix, porque no era originales de ellos, dijéramos. Después, hubo una separación y sí que, a partir de Nowhere, me llegó lo Un cuento perfecto y sí, ha coincidido.
- Ya que saca 'Un cuento perfecto' ¿se esperaba ese éxito?
- No. Tampoco nunca espero nada. Cuando ruedo nunca estoy pensando que irán muy bien. No tengo ni idea de cómo irán. Pero sí que había algo de Un cuento perfecto que es que ya había una sensación. Por lo bonito y lo divertido del rodaje, y eso se nota mucho con el equipo y sus reacciones en el equipo.
- ¿Y qué pasa con el teatro?
- Me encantaría hacer teatro, pero, igual que en el mundo del audiovisual, a veces es algo endogámico, como que cuesta accederlo. Yo siempre digo que me encantaría hacer teatro ¡pero que me llamen!
- ¿El audiovisual tiene mejor salud?
- Está en un momento muy bueno, y de sobreproducción también. Eso tiene su parte buena y su parte mala, pero a nivel técnico y para los actores hay mucho trabajo. Entonces, esto siempre está bien.
- Y tras ese momento Scorsese, ¿le apetece saltar el charco?
- Es que no lo veo, yo nunca lo veo. Nunca me creo nada de estas cosas. Sí creo que me gustaría mucho en algún momento, y ojalá fuera pronto, tener la oportunidad de trabajar fuera de España, pero ya no tanto a nivel Estados Unidos, sino en Europa: Francia, Italia, Inglaterra... O sea, poder pasar unos meses fuera trabajando es mi sueño.